CAPÍTULO III

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Ella solía hablar de su pequeño mundo.Decía que en él no existían las decepciones ni las desilusiones,que podía desemvolver su locura el tiempo que quisiese,que sus palabras le importaban a todos,que allí no había más que libertad y sueños por cumplir...
Aunque claro,ella ahora no está.Y con ella se fue la emoción de un nuevo amanecer y el terminar de una larga noche.A veces me hacía sentir diferente,pero otras simplemente la ignoraba.
Al fin y al cabo en ese momento la amargura inundaba cada poro de mi piel,y la desesperanza no me dejaba ni un instante.Siempre he pensado que se fue porque no me aguantó más,o porque necesitaba un poco de drama.
Al principio si que creí que volvería.Poco a poco me fui dando cuenta de que me equivocaba en absolutamente todo.

SUS DIMINUTOS INFINITOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora