Ludmila,
Pase por tu casa, y te vi estabas con los ojos cerrados. Haciendo lo que hacías cuando salíamos. Te subías al calentor y mirabas por la ventana, hasta que te quedabas dormida. Lo seguís haciendo porque cuando te vi estabas durmiendo. Si! Me sigo acordando. Porque yo en verdad te ame y te amo