capítulo 9.

85 8 0
                                    

Esta mañana estaba llena de interrogantes, encima a cada clase que iba era un llamado de atención. Estaba demasiado desconcertada con todo lo que estaba pasando a mi alrededor, que ni yo misma sé que pensar. Charlotte finalmente se disculpó por su actitud y dejó su orgullo y me habló, y obviamente yo la disculpe, era mi mejor amiga, no podía estar enojada con ella. Finalmente tocó el timbre y todos salimos del salón en el que nos encontrabamos para irnos a la cafetería.


—Ya era hora de qué el timbre se dignara a sonar, muero de hambre. —Charlotte habló mientras caminabamos y estaba de acuerdo con ella.


Una vez que llegamos, miré a mi alrededor y no habían rastros deNathan por ahora. ¿Se le habrá olvidado lo que dejo pendiente al final de la primera clase? Estaba empezando a alterarme.


—Oye, ¿Qué te pasa? Estas extraña, ¿Pasó algo? —ella preguntó.


—Nathan me dijo que quería hablar conmigo, pero aún no logró saber el qué, las dudas me están comiendo por completo.


—Tranquila, no creo que sea algo malo, ¿Será que te dirá lo de Layla?  —preguntó y yo negué. —Entonces no lo sé. —mordió su labio mirando hacia su plato. —Pero no te preocupes.


—Iré a traer algo para comer, no tardo. —me alejé de Charlotte y aún concentrada en lo que iba a comer, sentí una mano tomarme por sorpresa y me alarmé.


—Tranquila, sólo soy yo, Nathan, te dije que quería hablar contigo. —dijo y empezó a llevarme a otro lugar más tranquilo. Camino hacia el salón de Literatura, y finalmente me soltó, llegó a la puerta y la cerró. Nuevamente tomó mi brazo para ir a algunas sillas e hizo que me sentará y así lo hizo al igual que él. Lo miré y él sólo bajó el rostro, está bien estaba empezando a tensarme. —Felicity, yo te eh querido citar aquí para hablar sobre nuestra relación. —tragó saliva y me miró. —Haz estado más cortante, secante, tan diferente conmigo y es algo que me tiene decidido a decir lo que te tengo que decir.  —rápidamente se me hizo un nudo en la garganta, quería llorar pero era imposible. —Yo no puedo seguir con esto, yo... Tú me ignoras a toda costa, me evitas y me lo único que puede pensar es que tú te cansaste de mí, ya no tienes ni una gota de amor por mí, y quiero decirte que lo he pensado y lo mejor que puede pasar es llegar al fin de está relación, no puedo seguir siendo novio de alguien que ya no quiere serlo, así que esto es el fin de esto. —dijo y lágrimas empezaron a salir de mis ojos, estaba destrozada, primero me engaña y después corta conmigo. ¿Qué tipo de ser humano es este?


—Está bien. —dije y seguí llorando.


—Hey, no llores. —dijo y se acercó hacia mí. Creí que iba a besarme pero no lo hizo, simplemente acarició mi rostro, limpió mi rostro y me miró por un rato. ¿Cómo quiere que no lloré si acaba de cortar conmigo? —Yo lo siento preciosa, pero lo nuestró ya no puede seguir funcionando. —me soltó, nuevamente más lágrimas empezaron a inundar mi rostro, bajé la mirada y seguí llorando, cuando escuché el sonido de la puerta cerrarse, me había abandonado. Ahora estaba sola, mis lágrimas y mis sollozos eran lo único que se escuchaba por todo el salón.


Seguro esto sólo lo hizo para estar con Layla, y eso hacía que mi pecho doliera. Sentía rabia, furia, dolor, enojo, tristeza y aún más ganas de vengarme de él. Pero esta vez ya no seré la misma, esta vez iba a hacer otra. Nathan quería conocer a una nueva y verdadera Felicity, pues eso tendrá. Esta vez haré que se arrepienta de todo el daño que en mí a causado.


—Estoy lista para vengarme de una sola vez. —hablé para mi misma y de repente una sonrisa se dibujó en mi rostro.



The Back-up Plan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora