Killa, La Mensajera Del Saq'ra

CAPÍTULO 7 - anhelo ese reinicio

CAPÍTULO 7 – anhelo ese reinicio

Segunda reunión.

— Killa, creo que quedamos en que vigilarías o al menos estuvieras al tanto de Eduardo, ¿no? ahora no nos queda más que asentir a su amenaza. ¿Cómo podremos derrotarlos si pueden controlar el cuerpo de un Runa e inclusive el de un guardián?

— Amaru, estas siendo muy exagerado, simplemente vamos y lo recogemos. Eso es todo. Yo ya afronté mi debilidad ante un Aya y estoy preparada para luchar con uno de ellos.

— sé de tu capacidad en esta futura batalla, pero no siempre deberías de confiarte, ¿no lo crees? Reiteró Amaru en muestra de su preocupación.

— concuerdo con Amaru perfectamente, no deberías confiarte. Recuerda las otras veces, recuerda que un Aya puede dominarte y sublevarte cuando menos lo esperas. Apoyándolo, Coya aclaró lo que Amaru dijo.

— entiendo su preocupación, ahora el objetivo es salvar a Eduardo, ¿Cómo lo haremos? Pregunté buscando salir del tema.

— Tch... en el HANAN PACHA, Nuestros dominios son pobres, ya que el Señor Don Julio, los controla. Nosotros solo nos encargamos de prever futuros desordenes en el Kay Pacha, como lo que sucedió con mi hermana Munay...

— ¡¿tu hermana?! ¿¡Señorito Wayra, usted está diciendo que el enemigo, el que me atrapó y que casi asesina a Killa, era su hermana?! ¡¡USTED TAMBIEN DEBE DE SER EL ENEMIGO!! Illa se levantó de su asiento con exaltación, con una posición contra restadora encaró a wayra. Amaru, tito y coya, también se hallaban sorprendidos.

— reconozco que ella lo hiciera de esa manera, y lo siento por lo que causó. Sin embargo sigo consiente de que ella tiene un motivo justificable. Con total calma, wayra suspiró, fijó la vista en otra cosa y no se dirigió a los ojos de Illa.

— Con que maneras lo dice... no importa, ahora Munay ya está muerta, así que no hay inconveniente que nos distraiga. Illa, Regresó a su asiento con un gesto triunfador.

— Eso no es del todo cierto, ¿no? Illa y pensar que te olvidaste de mi tan fácilmente cuando yo te di el cariño que toda hija debería de necesitar.

Una voz. MUNAY. Apareciendo, Se incorporó al lado de Illa, quien con perplejidad no afirmó.

— Mu—Munay... hahaha No es eso, solo que alguien que le mintió a otra persona para lograr sus propósitos hipócritas, pienso, que no debería de vivir.

— ¿en serio? Pero, si tú eres la mala acá, no le contaste a Killa, que antes de mí, tenías otra jefa, ¿verdad? No le contaste que yo fui quien te salvó de esa malvada poseedora, ¿verdad?

— ¿qué? traté de disimular mi asombro. Recuerdo que Illa mencionó algo de que Munay la había salvado, pero no lo resaltó en la primera reunión, no obstante Coya reclamó.

— Te hemos salvado dos veces, y aun así... ¿no nos contaste toda la verdad?

— Lo siento... coya, Amaru, tito, y Killa. Pero creo que no era necesario decirlo.

— ¡¿--tú crees que no fue necesario decirlo?! ¡Tú posible jefe, antes que Munay, puede que sea el mismo que nos está amenazando! Si esa vez lo hubieras dicho, esa vez cuando intentaste asesinarme en el tejado, si lo hubieras dicho, Amaru se hubiera encargado de rastrearlo, mi amiga posiblemente no hubiera perdido su primer beso, no se hubiera arrojado a un precipicio por salvar a Eduardo, no hubiera sido atacada por Munay, ESTÁS TOMANDO RESPONSABILIDAD DE LO QUE ESTÁS DICIENDO?!

Coya se hallaba apretando los puños mientras crujía los dientes, supongo que ya llegó a su límite, aunque no soy quien para replicárselo, a mi también me enfada que ella no dijera nada al respecto. Se hubieran podido evitar ciertas situaciones con solo dar un aviso.