Capítulo 6

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-Yo no voy. - chillo agudo.
- ¡No voy! - grita Alain, extendiendo su mano hacia el centro. Me apresuro en colocar la mía sobre la de él y Sasha intenta lo mismo pero yo soy más rápida.
Resopla rendida. - Bien - resignada, se dirige hacia el bar.
De pronto Alain empieza a retorcerse en su asiento.
- ¿Qué te sucede?
- mmm, tengo que ir al baño. - dice y se tapa la boca, sintiendo arcadas. Sale corriendo hacia el baño y yo lo sigo lo más rápido que puedo pero me cierra la puerta en la cara.
- ¡Alain! - le grito. -¿Estás bien? ¿no quieres que entre contigo?
- No, Jade, es el baño de hombres. - balbucea.
- No me importa, sos mi amigo.
Se ríe. - Bueno, pero sólo hasta los lavamanos... - me abre. - Y de paso me tenes la puerta. - Esta vez soy yo la que ríe.
Él se encierra en el segundo inodoro y yo me paro con la espalda contra su puerta. - Avisame cuando estés listo para salir. - Le digo, pero él no responde. En cambio, la contestación que recibo son vómitos y arcadas.
Minutos después, la puerta principal del baño se abre. Wade entra al baño de hombres y me ve. Tiene la remera manchada por lo que asumo es alcohol por el olor que emana al entrar. Sonríe como loco y a lo lejos puedo escuchar las voces y carcajadas de sus amigos.
- Sabes... está bien que te gusten las mujeres pero eso no te da permiso para estar en el baño de hombres. - Gruñe dirigiéndose al lavamanos. Se moja la camisa y frunce el ceño, luchando con la mancha. Se puede ver la parte inferior de sus abdominales por el espejo pero yo estoy concentrada en el indiscreto cambio en su voz. Suena... ¿ofendido, enojado? No puedo decifrarlo.
-Estoy acompañando a un amigo- le explico, aunqu soy conciente de que no se merece saberlo por el modo en que me trata.
-¿A quien? ¿A la travesti de tu novia o al gay de tu amigo?-
Aprieto los puños. -Ah, pero eres una mierda. No puedo creer que tengas la misma sangre que Ruby y seas una persona tan homofobica. ¿En serio pensas así?.- Él no me responde. Me dirigo hacia la salida hasta que me doy cuenta. Lo fulmino con la mirada.
-¿No te ibas?
-Yo no me puedo ir, no voy a dejar a un amigo solo y menos por una persona con una mente tan cerrada como la tuya.- Vuelvo a la puerta de mi amigo y me cruzo de brazos. -Vete tu.
-Eh.... Yo tampoco puedo, me estoy lavando las manos.- Dice sacudiendolas delante del espejo para luego agregarles jabon y volver a mojarlas.
-Bueno, pero no me hables.- le ordeno. -Ni me mires.
-Ni que fueras tan linda.
Alain sale del baño en ese momento. Lo ayudo a lavarse la cara mientras observo por el rabillo del ojo a Wade marchandose.

...

Aunque bailar en el medio de la pista siempre me resulto asqueroso debido al exceso de cuerpos transpirados y manos indebidas, estar con Sasha tranquilizaba todas esas inquietudes. Así como lo habia hecho antes muchas veces, logro hacerme olvidar mis preocupaciones con algunos abrazos de oso y palabras melosas.
Hasta que veo a Wade hablar por telefono. Detras de varios cuerpos semidesnudos y brillosos lo vislumbo gritando y con el seño fruncido. Discute con alguien y ruego porque no le este gritando a Ruby porque sino voy a tener ganas de pegarle. Cuando corta la comunicacion se restriega las manos por el rostro y sus ojeras se pronuncian.
Suspiro. Aun estoy enojada, pero me preocupo por él como el hermano de mi mejor amiga.
-Ya vengo.- Le anuncio a mi novia. me mira un poco sorprendida de que no de muchos detalles pero no me detengo a pensarlo por miedo a arrepentirme. Camino hacia él.
-¿Qué sucede?- intento sonar cortante pero mi voz falla y se quiebra un poco, demostrando mi preocupación.
-¿Tienes idea de dónde esta Ruby?- Me mira aliviado, como si me hubiese estado buscando por años. Nunca lo habia visto asi, tan desorientado. -No regresó a casa y no contesta su telefono. Nose donde está Jade, mi mamá está preocupada.- empieza a hablar demasiado rápido y sé, aunque lo conozco hace tan poco, que cuando dice "mi mamá" no hace mas que ocultar a gritos que él mismo muere de miedo por su hermanita.
Necesito un segundo para ubicar su paradero. solo uno.
-Yo sé donde está.- confieso.
Sus ojos se abren y me examinan. Se acerca tanto a mi que me asusta, pero no como cuando intento besarme. A diferencia de antes, ahora me mira de verdad interesado. Esta vez me siento insegura porque me está admirando, por dentro y por fuera. -¿Dónde?
-Yo iré.- le aviso. -Si está donde yo pienso te aviso.
-No.- me corta -Llevame contigo.
-No.- me niego, sacudiendo la cabeza. -No puedo hacerlo.
-¿Por qué?
-Estaría traicionando su confianza. No lo haré.
Suspira y trata de explicarmelo despacio, como si fuera un bebé. Me toma de los hombros -Jade... Ruby podria estar en peligro, podria pasarle algo malo!
Lo imito -Wade... Ruby acaba de cumplir 16 años, esta bastante grandesita para tomar sus propias decisiones.
Se cruza de brazos y levanta una ceja, mirandome con superioridad. -¿Entonces por que me ayudas?
Me encogo de hombros. -Solo por si las dudas de que suceda algo malo... y porque hasta los adultos se equivocan.
-Bueno, ¿vamos?
-Te dije que voy sola.
-¿Tenes auto?- enmudezco cuando oigo la pregunta y él suelta una carcajada. -Mira que la quiero encontrar hoy.
-Bueno.- lo interrumpo -Esta bien.- cedo -Vienes pero 1) Te quedas en el auto. 2) No haces preguntas ni comentas nada sobre lo que vamos a hacer. 3)No retas a Ruby sea donde sea que esté.- Le aclaro las condiciones antes de empezar.
Él refunfuña y con un gran resoplido provoca que su cabello se mueva. Rueda los ojos pero asiente con la cabeza.
-Acepto, Jade. siempre y cuando tu cumplas tu parte del trato.
Lo examino con la mirada, tratando de adivinar que va a apedirme.
-¿Y cuál sería mi parte del trato, Wade?

....

-Gracias, gracias, gracias, gracias- Wade no para de abrazarme y besar mi cabello.
-No puedo creer que estes tan feliz porque te haya comprado un combo en McDonald.- niego con la cabeza, incredula, y me lo saco de encima.
Él huele las papas como si fueran lo mejor de su vida.
-Es que no crei que fueras de esas chicas que cumplen con sus tratos.- admite, metiéndose a la boca más de 10 papas a la vez, sin preocuparse por manchar el tapizado del auto. -Debe ser cosas de lesbianas.- Se encoge de hombros. Luego me mira, sorprendido de sus propias palabras. -Lo siento, no quise decirlo así.
-Está bien.
- No, muñeca, enserio perdón- deja la bolsa en el suelo y se gira hacia mi. -No se que me sucedió. No quise comportarme tan rudo e insensible.- Suspira y cierra los ojos un segundo luego vuelve a abrirlos. La intensidad de su mirada me quema. -Es que enserio me gustabas - Mantiene sus ojos sobre los mios y luego los retira, encogiendose de hombros. -En fín, tendré que acostumbrarme a la idea de que no soy tu tipo.- Y regresa a comer papas.

"Y Ese Beso Lo Cambió Todo"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora