Capitulo 7

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- Al final no tenias ni idea de donde estaba Ruby. -Se burla de mi Wade mientras caminamos hacia su auto. Me giro para observar por ultima vez la casa de Dylan, el mejor amigo de mi mejor amiga. Tenía la esperanza de que estuviera aquí, pero me equivoque al esperar algo así. Suspiro.
-Tengo una segunda opción. -le notifico.
-¿Y esta vez no te equivocarás? Porque esto de andar despertando mujeres de 40 años a las 3 de la mañana para preguntar si casualmente su hijo tiene secuestrada a mi hermanita de 16 no me gusta mucho.

-¿Será porque te estás dando cuenta de que ya está grande para estas escenas? - levanto las cejas y lo miro insinuante, pero él se limita a abrirme la puerta del acompañante -Okey, chico orgulloso, vamos a nuestra segunda casa. -y me subo al auto.

Cuando estacionamos fuera del patio de Spencer, agarro a Wade para evitar que baje, lo tomo por la muñeca y él me mira confuso.

-Acá bajo sola.

-¿Por qué?

-Por que es Spencer. No es lo mismo Spencer que Dylan.

El rostro de Wade se enciende de celos -¿Qué los diferencia? 

Sacudo la cabeza buscando las palabras correctas. -Dylan es su mejor amigo, casi su hermano.  

Tarda un segundo en contestar -¿Y Spencer?

-Solo quédate aquí ¿si?- grito antes de baja y casi correr hacia la puerta. Me sorprende no encontrarlo detrás de mi antes de que pueda tocar el timbre. Resisto la tentación de ver que esta haciendo para evitar venir por su hermana. Cuando la puerta se abre me doy cuenta de que estoy en el lugar correcto. Spencer está en el umbral de la entrada, con la camisa semi desabrochada y el cabello negro despeinado. Sus ojos marrones brillan, como ayer cuando acosaba a la rubia en su fiesta de cumpleaños.

-Busco a Ruby.
Se cruza de bazos y apoya su hombro izquierdo en la puerta abierta.
-No está.

No puedo soportarlo y lo empujo hacia el interior de la sala. Al fondo del comedor central, justo detrás de la mesa, se encuentra la escalera. La subo lo más rápido que puedo mientras escucho las quejas del morocho. Arriba hay solo tres puertas y una se que es el baño porque esta entreabierta y vislumbro la bañera. Abro la segunda y veo una cama doble con vestidor y baño en suite. El color de las paredes son tonos de naranja y marrón, por lo que deduzco que es la habitación de sus padres. Pero ¿Y dónde están ellos? Me apresuro en abrir la tercer puerta mientras escucho a Spencer subir las escaleras y ... ¿Es la voz de Wade la que viene desde el comedor?  La última habitación  es blanca, con una cama de sabanas rojas y azules. Ruby está sobre ella, pero no como yo esperaba. La rubia está hecha un ovillo, dormida como un angelito. Y está vestida, gracias a dios. Me acerco a ella y le acaricio el pelo para que despierte.

-Ruby, hey, rubia- La zarandeo un poco y ella empieza a incorporarse, restregándose los ojos -No quiero abrumarte pero tu hermano está abajo. He tenido que traerlo porque estaba muy preocupado, pero tranquila que no le he dicho nada.

Se para de golpe, comprendiendo mis palabras. -Debería llamarte "trai dora".

-Lo siento- alcanzo a decir antes de que corra escaleras abajo. La sigo y observo la escena que transcurre en el comedor de la casa del chico de mi amiga.

Wade alza a Spencer del suelo, agarrándolo por la camisa. Lo empuja contra la pared mas cercana mientras Ruby se acerca a ellos, gritando incoherencias.

El rostro de su hermano se ilumina durante unos segundos al verla, luego vuelve a ser imperturbable. Baja al muchacho de 16 años y toma a su hermana por el brazo. La arrastra hacia el exterior de la casa, en la dirección donde se encuentra su auto. Yo me giro para ver como se encuentra Spencer. No es de mis personas favoritas pero siento pena por él al verlo quedarse solo. Sin tocarlo, le digo -Le dije que se quedara en el auto, pero no me hizo caso.

-No me interesan tus explicaciones.- Dice inexpresivo. Caminando hacia la perta -Salí de mi casa.

Atravieso el umbral de salida en silencio y Spencer cierra la puerta a mi espalda con toda su fuerza.

Wade ya encendió el auto el auto y Ruby está en el asiento del acompañante, con cara de perrito mojado. Me acerco a su ventana.

-¿Qué haces ahora?- me pregunta su hermano. -Sube

-Prefiero irme caminando.

-Puedo llevarte.

-Y yo puedo caminar.

 Se encoge de hombros. -Bien.- Y arranca, dejándome sola en la vereda. 

[...]

Sasha me llama varias veces, pero ignoro la vibración en mi cartera negra y saco la llave de mi casa. A comparación de la de Spencer, la mía es mucho mas pequeña, de un solo piso y color café. Cuando atravieso la puerta blanca, veo a mi padre en el sillón.  Uno de sus brazos cuelga tocando el suelo y su espalda apunta al techo de madera. En frente de él está la mesa central, con la televisión prendida, y en el suelo hay una botella de cerveza vacía y un paquete de nachos abiertos. Luego de cerrar con llave agarro las frituras y el alcohol para llevarlos a la habitación continua. La cocina es un mar de ollas, platos y cubiertos, a demás de comida quemada o cruda. Me dirijo hacia el tacho, que rebalsa de desechos, y arrojo  la basura. La cucha de mis mascotas se remueve un poco, por lo que adivino que deben estar durmiendo. Saco de uno de los estantes una bolsa de comida balanceada y le echo un poco en el plato rojo y otro poco en el azul. Sin pensar dos veces en el olor, voy hacia mi habitación que se encuentra al fondo de la casa, junto a la de mi papá.

Está oscura pero me explota la cabeza, por lo que no enciendo la luz. Camino hacia la ventana junto al escritorio y la abro de a poco.  A lo lejos se asoma el amanecer y el brillo del sol ilumina las paredes, donde se encuentran mis fotos preferidas rodeadas de luces de navidad. En el centro de la pared mas grande hay un corazón con una imagen de Sasha y mía besándonos.

Sobre el escritorio hay algunos cuadernos, los que acostumbraba a llevar al colegio cuando asistía. Un gran lapicero contenía todas mis fibras y fibrones, con algunas lapiceras de colores básicos. A su lado había un enorme cuadernillo de las fotos más recientes que saqué. Aún no tiene portada, por lo que es todo negro. Cuando lo abro cae un grupo de imágenes sueltas al suelo. Me agacho para recogerlas pero al ver el rostro resplandeciente de Alain me detengo a observarla en el suelo, sentándome. Tiene una remera color aqua y abraza a un chico rubio de ojos oscuros, cuyo nombre es Maxi Di Marco. Fue su novio durante un mes y medio pero luego se mudó a otro país y a los días subía fotos con un morocho de dos metros de alto. Alain lloró por él casi dos meses enteros, más de lo que estuvieron juntos. Al pasar la foto veo a una pareja desconocida besándose en una plaza, con el atardecer de fondo. Detrás de ésta hay una nena en una hamaca, llorando a moco tendido. Sigue Ruby patinando sobre hielo con un vestido rosa y el cabello recogido. La siguiente foto remueve algo dentro de mi y me hace sonreir más de lo que ya lo estaba haciendo. Es una pequeña niña, de unos 6 años y cabello rubio con trenzas, enroscada en un abrazo con su padre, un hombre sonriente de aproximadamente 40 años. Automáticamente mis ojos buscan la pared más cercana, donde la foto de mi familia completa se encuentra pegada. Mi papá, un poco más subido de peso y más malhumorado, y mi mamá, castaña de ojos claros con cambios de humor constantes, abrazan a una versión más pequeña de mi, quien sonreía con unos cuantos kilitos de más. Beso la foto y me pongo el pijama, tardo unos minutos en dormirme pero cuando lo logro me reconforta lo que sueño. Estoy en una pequeña casita, muy oscura y solitaria. Estoy en silencio pero tengo ganas de llorar... hasta que una mano cariñosa  acaricia mi espalda. Giro la vista y el rostro de mi mamá me sonríe y luego me besa la cabeza.

- Tranquila, Jade, tranquila.- murmura sonriente. Casi parece que lo está cantando, con una balada de fondo.

Luego una mano agarra la mía. Ésta vez es mi padre, y por primera vez en mucho tiempo, está sonriendo. Le devuelvo la sonrisa, casi incrédula.

Después ocurre algo que no debería, algo que convierte al sueño en pesadilla porque aquello que sucede también pasó en la vida real. Mis ojos se empañan de lagrimas y me encuentro gritando en mi cama antes de que pueda darme cuenta de ello.

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⏰ Última actualización: Oct 29, 2016 ⏰

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"Y Ese Beso Lo Cambió Todo"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora