Capitulo 2

72 6 1
                                    

La lluvia nos habia empapado para cuando llegamos a la casa de Ruby. Su mamá, con los mismos ojos azules que su hija, nos obligó a entrar por el lavadero para no arruinar el piso de madera.

Nos ofreció toallas para secarnos un poco mientras nos prendía la ducha. Tuvimos que salir corriendo por toda la casa hasta el baño para no mojar nada. Ruby me dejó bañarme primero, un gesto muy raro en ella, mientras ella esperaba en su cuarto. Solo llegue a sacarme el abrigo cuando escuché su grito agudo. Salí apurada para ver que pasaba y la ví en el pasillo abrazada con un chico que le sacaba una cabeza.

Ruby no paraba de reirse, de... ¿llorar? El chico me daba la espalda y de atrás solo le podia ver el pelo oscuro y la ancha espalda. Durante unos segundos no hicieron más que abrazarse hasta que mi amiga se apartó para ver al chico mejor.

-¡No puedo creerlo, Wade! ¡Hace mucho que no te veo! ¡Te extrañé!

-¡Yo también, enana! ¡No te imaginas cuanto!- El chico vulve a abrazarla y yo, un poco confundida, intento volver al baño pero me llevo por delante el tacho de la ropa sucia provocando un ruido molesto que hace que ambos me miren asustados.

-Perdón, lo siento mucho, ya me iba...- articulé con las mejillas sonrojadas. Ruby se secó las lágrimas y sonrió.

-Wade, ella es Jade, mi mejor amiga. Trabajamos juntas en Muu- me presentó la rubia.

El chico se da vuelta para observarme. Tiene los ojos azules tan característicos en la familia Dugés, un poco achinados y una mandíbula muy delineada con unos pequeños labios carnosos. Mide aproximadamente 1,80 y es muy flaco pero sin duda tiene los abdominales marcados por la forma en que su camiseta cae sobre su torso.

Me sonríe con unos dientes perfectamente blancos. -Hola- me dice con un beso en el cachete y retirandose en el acto.

-Hola- respondo con una sonrísa incómoda. -Soy Jade- repito de todas formas.

-Soy el hermano de Ruby- dice él.

-No sabia que Ruby tuviera un hermano.- exclamo mirando a mi amiga, quien se encoge de hombros.

-Estuve mucho tiempo fuera, en la casa de mi padrino en Francia.- explica Wade restándole importancia al tema.

-¿Francia? Que lindo- digo sonriente.

-Si.- agrega él y se hace un silencio incómodo.

-Bueno.- retrocedo hacia el baño.-Me voy a bañar.-

-Bueno.- responde él y le sonrío antes de entrar al baño.

...

Cuando salgo de la ducha encuentro un jean negro y una remera gris sobre la cama. Me visto mientras Ruby se baña. Paso más de 20 minutos esperando sentada a que mi amiga salga cuando me aburro y veo una caja del tamaño de mi mano sobre el escritorio. Me acerco para abrirla y vislumbro algo brillante antes de que alguien abra la puerta y entre a la habitación. Me alejo de la caja asustada pero todavía escucho el ruido de la ducha prendida. Veo en el umbral de la entrada a Wade, con su cabello negro despeinado.

-¿Y Ruby?- pregunta.

-En el baño- me siento en la cama inocente.

-¿Qué hacías?- Sonríe.

-¿Cómo?-

-Te ví revisando.-

-¿Qué? No, estaba abierto y lo cerré- mentí.

-Si, claro.- se ríe y me mira acusadoramente. Clava sus ojos azules profundos en mí, tanto que me dan ganas de gritar.

-Bueno, está bien, si estaba revisando...- admito. -Pero no soy una ladrona ni nada de eso, estaba aburrida nada más.-

Suelta una carcajada, realmente divertido, y me mira de reojo. -¿Y ya tienen la confianza para eso? ¿Ya se prestan los corpiños y esas cosas?-

Lo miro desconcertada.- ¿Por qué crees que las chicas hariamos algo como eso?

Se encoge de hombros -Los chicos nos prestamos los boxers.-

Frunzo el ceño con cara de asco -No quería saber eso.-

-¿Y que querías saber?- me guiña un ojo.

-¿Para qué buscabas a Ruby?- le pregunto.

-Para avisarle que ya llegaron nuestros tíos y quieren saludarla.- Se encoge de hombros de nuevo. -¿Pero esa era la gran pregunta que tanto querías hacerme?

-Yo no quería hacerte ninguna pregunta.- le respondo seriamente, para que no le queden dudas pero aún así levanta las cejas.

-¿Segura?-

-Muy segura.-

En ese momento entra Ruby en la habitación. Estaba tan concentrada en hablar con Wade que no me había dado cuenta que el ruido del agua del baño ya no estaba. Envuelta en una toalla, soltó un gritito cuando vió a su hermano viéndola.

-¡Wade, sal de mi habitación ahora!-

Él caminó lentamente hacia la puerta entre risa y risa mientras su hermana pequeña lo empujaba lejos.

-Dijo mamá que tienes 15 minutos para bajar...- y antes de que le cerrara la puerta en la cara, agregó gritando -¡Lo dijo hace 10 minutos!

Ruby resopló molesta mientras se peinaba y rebuscaba un atuendo. Miré para otro lado mientras se cambiaba, más porque yo quise que porque ella me lo pidiera. Cuando terminó la observé maquillarse.

-Estoy tan feliz de que Wade regresara, pero aún así no puede entrar a mi cuarto sin permiso.- Su rostro fue pasando de una enorme sonrisa y unos ojos brillantes a una cara amenazante.
De pronto se me ocurrió algo que si quería saber sobre Wade.

-¿Y por qué se fué a Francia?

Pude notar como se tensaba el cuerpo de Ruby desde el otro lado de la habitación. Se colocó un poco de rubor antes de contestar.

-No debes mencionarlo nunca.- me advirtió y asentí, prometiéndolo a la vez que me besaba el dedo índice en forma de cruz. -Pisó a una embarazada en el bosque en tricíclo y le robó los pasajes para Niza. Luego corrió hacia el aeropuerto y no lo volví a ver hasta ayer.- se mantuvo un segundo seria y luego soltó una enorme carcajada.

La fulmino con la mirada, molesta por su chiste. Ella lo nota y suspira, con actitud desinteresada.

-Bueno, perdona.- confesó Ruby, poniendo los ojos en blanco. -La realidad es que...- Alguien golpea la puerta del cuarto. Mi amiga resopla pero pregunta -¿Quién es?-

-Ruby...- Canturrea un voz armónica desde el otro lado de la puerta. -Soy tu tía Samantha...-

El rostro de la rubia se ilumina. Corre hacia la salida y se arroja a los brazos de una mujer con su mismo color de cabello pero de caderas mucho más anchas.

-Hola, pequeña.- chilla la mujer mientras acaricia el pelo de mi amiga. -No tienes idea de lo mal que lo he estado pasando, tanto tiempo sin verte no debería considerarse sano...-

Ruby rió y volvió a abrazarla.

-Vamos, bonita, la cena ya está lista...- empiezan a bajar las escaleras entre caricias y chistes. Las sigo a corta distancia. Solo para escuchar los nombres de todos los familiares que me tendré que aprender esta noche.

"Y Ese Beso Lo Cambió Todo"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora