4. Casi diversión

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Damon le abrió la puerta del copiloto a Jordan, y cuando ella se giró para darle las gracias, ya se encontraba en la otra puerta.

"¿Cómo has tardado tan poco en llegar a ese lado?" preguntó la chica.

"¿Poco? He tardado lo normal."

"Serán cosas mías" sonrió.

Ambos rieron por lo bajo, cada uno por una razón distinta. Seguidamente, Damon puso en marcha el coche y tras escuchar las indicaciones, condujo hacia la casa de Jordan.

"Así que eres una vieja amiga de mi hermano..." ella asintió. "Deberías elegir mejor a tus amigos, Jordan, ¿para qué quieres amigos aburridos?"

"Tu hermano puede llegar a ser muy divertido, tan solo es una persona tranquila" rió.

"Bueno, eso depende de lo que te divierta. Y sea lo que sea eso, te aseguro que yo soy mucho más divertido que él" dijo Damon, sonriendo de lado.

"No sé yo..." contestó Jordan, consciente del doble sentido en las palabras del chico.

Finalmente, aparcó frente a la casa. Fue el primero en salir del coche, acudiendo a la puerta del copiloto para abrirla antes de que su acompañante lo hiciera. De nuevo, su velocidad era cuanto menos, sospechosa. La acompañó hasta la puerta en silencio, observando la zona en la que se encontraban, a las afueras de Mystic Falls. Jordan pensó que podría hacer pasar a Damon, pero se dio cuenta de lo difícil que iba a ser eso.

"¿No me vas a invitar a pasar?" Mierda. Iba a tener que molestar a la señora Morris.

"No te muevas, ni hables" le dijo ella, mirándole intensamente para usar la compulsión.

Subió las escaleras hasta llegar a la habitación de la anciana, y la despertó cuidadosamente. 'La necesito abajo', le susurró al verla abrir un ojo. La mujer asintió y se levantó de la cama, sin siquiera ponerse las gafas. Bajó las escaleras y dio permiso a Damon para que pasara. Jordan le dio las gracias.

"Ahora" ordenó mediante la compulsión, "vuelva a su habitación y duerma de un tirón todo el tiempo que necesite. Cuando se levante mañana, estará totalmente descansada".

Y así, la mujer subió las escaleras tal y como las había bajado. Jordan volvió a prestar atención a Damon, que miraba a la nada como si estuviera hipnotizado.

"No recordarás nada de esto" y tras asentir, parpadeó un par de veces y volvió a la normalidad. "Claro que puedes pasar. ¿Quieres una copa"

Él siguió a su anfitriona hasta el salón, donde, junto al sofá, había una botella de alcohol sobre la mesa.

"¿Bourbon?" preguntó.

"¿Quieres?"

"Desde luego." Jordan sirvió dos vasos y le entregó uno a él. Tras darle un par de sorbos, volvió a hablar. "Creo que ya sé por qué mi hermano no me habló de ti antes."

"¿Y cuál sería el motivo, según tú?"

"Estoy seguro de que no querría compartir una amiga tan... deslumbrante" apartó un mechón de cabello rubio y se lo puso detrás de la oreja.

"¿Y por qué no me hablaría a mí de ti...?" preguntó ella, juguetona.

"Porque sabía que en cuanto me vieras, me ibas a preferir a mí" Damon empezó a acercarse al cuello de la chica, dándole besos hasta llegar a la oreja.

"¿Tu crees? No veo por qué yo haría tal cosa..."

"¿Quieres saberlo?" le susurró al oído. Jordan se separó de su cara, y se humedeció los labios mirándole fijamente a los ojos.

"Prueba".

Y sin una palabra más, chocó sus labios con los de ella en un beso pasional y desenfrenado. En menos de cinco segundos, ya estaba totalmente despeinado y su camisa había perdido todos los botones. Jordan acariciaba los brazos de Damon mientras se besaban. Rodeó la cintura delchico con sus piernas y éste la estampó contra la pared. Damon se deshizo de la parte de arriba que aún llevaba ella, y cuando se disponía a besar la zona de las clavículas se dio cuenta de que llevaba un collar, una cadena de plata con un anillo colgado. Tomó el anillo entre sus manos y lo examinó cuidadosamente. Jordan se lamentó por no habérselo quitado.

"Este anillo... Lo he visto en algún sitio."

"¿En serio vas a darle importancia a un anillo ahora?" preguntó ella, exasperada. Amagó con besarle de nuevo, pero fue en vano.

"¿De dónde lo has sacado?" inquirió.

"Me lo regaló mi madrastra cuando cumplí dieciocho años".

Durante unos segundos más, Damon observó el anillo con cautela, y después, miró a los ojos a Jordan, escudriñando cada detalle de su rostro. Entonces, todo encajó. Cuando quiso darse cuenta, él la tenía cogida por el cuello.

"¿Quién eres y por qué tienes un anillo de la familia Mikaelson?" exigió, gritando.

Sin apenas esfuerzo, se zafó de su agarre e invirtió la posición, estampando la cabeza de Damon contra la pared y asfixiándolo.

"Me estaba divirtiendo, ¿sabes? Pero resulta que estabas equivocado... Tu hermano es mucho más divertido que tú. No es un aguafiestas. Ahora tendré que usar la compulsión contigo. Pensaba que ambos íbamos a pasar una noche genial, pero no has querido que sea así, así que..."

"Suéltame" dijo entrecortadamente, llevando sus manos a la de Jordan para intentar soltarse. Ella suspiró.

"No recordarás nada sobre el anillo. Me acompañaste a casa, te dejé entrar, tomamos un par de copas y fui el mejor polvo de tu vida. Ahora coge tus cosas, y vete a casa."

Como si fuera un robot, cogió su camisa del suelo, y sin abrochársela salió de la casa, se montó en el coche y desapareció en la distancia. 

Jordan se sentó en el sofá, recomponiéndose del previo episodio. Tomó el collar en sus manos y miró el lapislázuli del anillo, soltando un suspiro. A juzgar por el brillo de sus ojos, cualquiera habría pensado que estaba a punto de llorar. Pero hacía mucho que no era capaz de tal cosa. Y si una cosa tenía clara, es que no iba a volver a hacerlo.

Aquel había sido su primer error, pero también el último. Nadie podía descubrir la verdad. Al menos, hasta que el momento llegase.

JORDANA • Klaus Mikaelson Fanfiction •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora