Hey Dan.
Parece que la suerte esta de mi lado esta semana, te conseguí camino a la escuela. Me sorprendió verte en la parada del bus, mi parada del bus. Te pregunté la razón por la que estabas en aquel lugar, me respondiste con una media sonrisa "Me quede a dormir en casa de un amigo, le rompieron el corazón, ya sabes. Apoyo moral" Es un gesto muy tierno de tu parte. Nos fuimos juntos en el bus. Debo admitir, que estuve nerviosa todo el trayecto, y por si no lo notaste los nervios me hacen hablar demasiado. Ahora que lo pienso, espero que no te hayas aburrido con tanto parloteo. Lo único que hacías era sonreír. Dijiste que soy una chica interesante. Eso me hizo sentir bien, pero en el fondo estoy consiente de que tú me haces mal. Como cuando sabes que hay cosas que te hacen daño pero no puedes dejar de hacerlas. Tú eres una de esas cosas Dan. No puedo dejar de quererte, ni de pensarte, porque últimamente todo me recuerda a ti, cada estrella, cada gota de agua, cada luna. Y precisamente es mi manía de escribirte con la luna palpitando sobre mí, la que me hace cuestionar si esto vale la pena. Escribir palabras que sólo atraviesan papel, más que corazones. Y cómo me gustaría que mis palabras atravesaran tu corazón. Pero de la forma bonita, no como una lanza punzante que llega a lo más profundo de las entrañas, sino como un sentimiento que va abriendo caminos hasta llegar al alma para quedarse allí.
-Clarisse.
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Dieciocho Lunas.
Short Story18 años tiene Clarisse, durante 18 noches le escribe cartas secretas a Dan. A Dan le gustaría recibir cartas de Clarisse, pero no todas las historias terminan bien.