CAPÍTULO 3

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Yo y mi mente despistada. Estaba totalmente segura de que el miércoles era fiesta y que la celebración sería el martes por la noche, incluso llamé a Scott para preguntarle la hora a la que habíamos quedado por que no me acordaba. Y no me extraña, porque no habíamos quedado, no os imagináis la desilusión que me llevé. Después de eso y lo del twitt de Louis estaba un poco alterada, pero llevaba un tiempo sin dormir bien, por lo que en media hora caí profundamente dormida. 

(...)

Hoy era el día. Hoy iba a beber más que nunca, iba a pillarme la borrachera más grande de la historia, porque hoy era el día en el que anunciaba al mundo que estaba trabajando para One Direction. Estaba dándome los últimos toques antes de irme a clase, me miré por última vez en el espejo antes de salir. Llevaba, unos skinny jeans en color menta, un jersey entre beige y blanco con una flor grande de color morado pastel en medio. El jersey era un poco corto por lo que se podía ver mi ombligo. También llevaba unas converse blancas, mochila negra con pequeñas cruces en blanco, pendientes negros, pulseras color menta y plateadas, y un moño desecho. Cojí todo y salí en dirección a la casa de Scott. Tardó un poco en salir, como de costumbre, pero por fín apareció.

- Buenos días pequeña! ¿Estas nerviosa?- Me miraba divertido porque sabía lo ilusionada que estaba. La noche anterior estuvimos 2 horas hablando por teléfono, bueno, básicamente yo hablaba de como fue conocer a los chicos y el reía y escuchaba.

- Buenos días a tí también! Y sí, estoy demasiado nerviosa, no sé si decirlo hoy a la hora de comer o por la noche en la fiesta...

- Yo creo que a la hora de comer deberías anunciar lo de la fiesta, que todos sepan que tienen que ir al Zero hacia las 12 de la noche, y que tienes que contar algo muy importante.

- Humm... es una buena idea...!!

Seguimos así hasta que llegamos al instituto, pero en la entrada había más paparazzis de lo normal, y algún que otro reportero. Miré un poco asustada a Scott, a lo que este tomó mi mano dándome ánimos. Cuando salimos todos se abalanzaron sobre mí, haciéndome mil preguntas sobre por qué el otro día estaba en las oficinas en las que One Direction trabaja, o de qué los conocía o con quien estaba saliendo... Menos mal que Scott estaba ahí y que Paul le enseño algo de su trabajo, que si nó estaba segura de que no iba a sobrevivir a eso. 

A empujones conseguimos entrar al instituto y todos me miraban con cara rara, extrañados. A lo lejos ví que Bethany venía corriendo hacia nosotros, preocupada.

- _____! ¿Estas bien? ¿Que es toda esa locura? ¿Que has hecho esta vez?

- ¿Por qué se supone que debo de haber hecho algo malo?- Contesté algo enfadada. 

- ¿Te acuerdas de la última vez que se montó algo así? Fue porque por la noche te pillaron comprando MDMA (una droga) y a la mañana siguiente pastillas antibaby!- Dijo haciendo un poco de madre. Vale ahí me había pillado, pero no era mi culpa, fue Scott qué se olvidó de comprar condones! Cuando Bethany sacó el tema pude notar como Scott se ponía rojo, todabía no se había perdonado. Reí un poco antes de contestar.

- Si lo sé Beth, pero esta vez no he hecho nada malo, es más, te vá a encantar la noticia!

- ¿A sí? ¿Y cual es?- Preguntó como su tuviera 5 años.

- Aaa... Te lo diré esta noche, en el Zero.

- Uii, pues sí que tiene que ser importante! Anda _____, dame una pista...- Dijo haciendo un pequeño puchero.

- No! No te lo puedo decir, o estropearé la sorpresa...

- Venga anda, solo un poco...

El día fue interminable, si con Bethany no tenía suficiente, cuando a la hora de comer se lo dije a todos mis amigos estaba que me moría. Acabé con dolor de cabeza y escondida en el baño con Scott, ya que se dieron cuenta de que el también sabía el secreto y no dejaron de torturarle.

YOU MAKE MY HEART RACE (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora