Eran las 19:20, llevaba toda la tarde trabajando y pronto saldríamos hacia los estudios donde sería la entrevista. Llené una maleta, cogí mi chaqueta y salí junto a Amelia. Al llegar a los estudios, miles de fans estaban esperando impacientes en la entrada, por lo que los de seguridad habían hecho algo así como un pasillo con unas vallas. Salí de la furgoneta y todas empezaron a gritar. Me día la vuelta para coger las cosas y ayudar con todo a Amelia mientras ignoraba los gritos. De pronto noté como los gritos de hacían mucho más fuertes y vi que otra furgoneta había parado justo detrás de la nuestra. Genial, los chicos están aquí. Volví a girarme para centrarme en mi trabajo, pero pronto escuché como gritaban mi nombre por encima de los gritos y para cuando me día la vuelta ya tenía a Harry encima de mí abrazándome.
– Oh dios ____, ¿estas bien? Lo siento, lo siento, lo siento! Soy un idiota, todos lo somos, perdóname!- Suplicó mientras que seguía abrazándome.
– Ya tranquilo Harry, no pasa nada. Además yo tampoco es que estuviese muy bien... siento hablaros tan mal.- Me separó un poco, me dedicó una de sus típicas sonrisas y besó mi cabeza haciendo que las fans gritasen más alto todavía. Después de Harry vino Niall, después Liam y por último Zayn, todos con las mismas sonrisas, abrazos y los “lo siento”. Me sentía mucho mejor después de eso, en especial porque me ayudaron con todas las maletas, que eran unas cuantas ya que también cargaba con las cosas de Lou. Lo llevé todo arriba y junto a los chicos que me contaban no sé que de la noche anterior, pero yo no podía concentrarme en nada, faltaba Louis.
– ¿Donde está Louis?- Pregunté cortando a Niall, que me daba todo tipo de explicaciones sobré el restaurante al que fueron anoche.
– Viene detrás, ayer se fue a visitar a su madre que vino a la ciudad, así que no ha venido con nosotros.- Contestó Liam mientras que yo asentía. Al llegar a los camerinos y dejar todo, recibí una llamada de Amelia.
– ¿Diga?
– Lo siento amor, pero tendrás que volver a bajar, ahí tres maletas pequeñas aquí y no puedo con todo.
– Tranquila, ahora bajo.- Dije mientras colgaba.
Salí de la habitación mientras que unos cuantos ayudantes empezaban a desempacar, y me metí en el ascensor. De pronto mi móvil vibró con un nuevo mensaje. Mi corazón se aceleró nada más ver el nombre de Louis en la pantalla, lo abrí con cuidado. “¿Que tal si dejamos de pretender y empezamos a decir lo que de verdad sentimos?”. Empecé a jadear nada más leer el mensaje. Volví a leerlo, una y otra vez, todas las veces que los 8 pisos en ascensor me permitieron. Pronto las puertas se abrieron obligándome a meter el móvil en la chaqueta y a salir de mi pequeño escondite con una gran sonrisa. Salí otra vez fuera, donde las fans seguían con sus gritos, pero esta vez mi desbocado corazón las acompañaba en su locura, no podía controlarlo, sentía que en cualquier momento iba a explotar. Alcé la vista a mitad de camino para no tropezarme con nada, pero mis ojos se toparon con los ya conocidos ojos azules de Louis. Si antes creía que podía explotar, ahora mismo ya no sabía lo que sentía porque todo en mi se paró, excepto mi corazón, que por muy extraño que parezca consiguió ir más rápido.
Vi como sonreía tímidamente hacia mí mientras que yo le contestaba con la misma sonrisa. Me acerqué con cuidado hacia él y nada más llegar, rodeo mi cintura con sus brazos mientras que yo pasaba los míos por su cuello.
– Lo siento.- Susurró en mi oído.
– Yo también lo siento Louis, de verdad.- Susurré mientras intentaba disimular un escalofrío. Me beso detrás de la oreja, un suave y húmedo beso.
– Creo que te quiero ____.
