Cuando me despierto lo primero que veo es una nota enmi mesita.
Me visto y bajo las escaleras. Es domingo y me apetece dar una vuelta para despejarme. No hace malo pero tampoco bueno. Me pogo una sudadera gris.
Hay un paque cerca muy bonito. Tiene un parque para niños pequeños en el centro. Por los alrededores es todo verde y hay mucho caminos donde se puede correr, también hay un carril bici que casi siempre está vacío. Me pongo a correr-trotar por esos caminos de tierra. Sienta bien que te dé el viento en la cara para despejar todo lo que me contaron ayer. Todavía una parte de mi se niega a aceptar todo eso, pero la verdad me está comiendo por dentro. Pienso que hay veces que es mejor ser inocente.
Hoy estoy un poco patosa, me he tropezado varias veces, pero así me voy despejando. Me quedo un rato observado el enorme y precioso lago. Tiene patos, y ranas saltando de junco en junco. Siempre me ha gustado este lago.
- Hola
Me doy la vuelta.
- Hola ¿Te conozco?- Es un chico de mi estatura, de ojos azules y rubio.
- No, no me conoces, pero yo a ti, sí. - Me estraño. No me esperaba esa contestación. De repente se da cuenta de lo que acaba de decir y se corrige - Perdón no sabía lo que estaba diciendo. Te preguntaba por el centro de la ciudad. Es que he venido de viaje y me he perdido. - Me dedica una sonrisa preciosa, pero yo la veo como la de un tiburón.- ¿Me podrías ayudar?
- Bueno.... Si...pero ahora estoy muy liada.- tartamudeo
- ¿Liada? ¿Sentada mirando el lago?- Se burla.
- Tú que sabrás. Además, a ti que más te da lo que yo haga.- Me enojo. A él que le importa. Yo tengo que pensar en lo de ayer, que lo tengo hecho una bola en el cerebro. Aunque un paseo hacia el centro no estaría mal.... Pero no le conozco de nada. Desearía haber cojido mi espada. ¡Genia! Esta mañana había pensado en cojerla. Iba a salir de mi habitación, cuando me dije: ¿para que la voy a necesitar? Y la metí al fondo de mi armario, su sitio. Me doy un golpe en la cabeza, y lo disimulo como que me estoy rascando. Se ríe. Me enfado más todavía. ¿Se está ríendo de mí?
- ¿Entonces me vas a acompañar, o no? Venga que te invito a un café.
- (Grrr) Esta bien, pero vamos rapidito.- gruño.
No le hablo en todo el camino. No tengo derecho a hacerlo si no quiero, pero le he acompañado por dos cosas: 1º Se veía que el chico no me iba a dejar empaz hasta que le acompañara y 2º porque si no me iba a entrar el remordimiento todo el día. Bueno ya no se puede cambiar de idea. De vez en cuando el chico se para a ver escaparates o a hacer fotos. Pero hay algo dentro de mí, que me dice que no es solo un turista. Me doy cuenta de que ni siquiera se su nombre. Me atrevo a preguntar.
- ¿Cómo te llamas?
- Alex.- y sigue haciendo fotos. Me extraña de que ni siquiera me pregunta como me llamo yo. Que raro....
Llegamos a la estatua que denomina el centro.
- Aquí es.- Le anuncio
- Bien, pues ahora vamos a una cafetería para que te invite a un café.
- Bueno, yo, había pensado en irme... - No me siento segura con él
- No seas tímida, por favor. Que tengo dinero de sobra.
Andamos hacia la cafetería más cercana.
Pido un refresco y el un café. Hablamos y comentamos cosas. Me hace reír unas cuantas veces. Es bastante majo y divertido. Suele hacer tonterías para hacer la gracia.
Cuando ya hemos acabado nuestras bebidas y de hablar, salimos a fuera.
- Me lo he pasado genial- Me dice.
- La verdad es que ha sido divertido.- Le ofrezco mi respuesta.
Seguimos caminando, los dos pensando en que decir. Cuando llegamos a su destino, me paro y le digo:
- Yo ya me tengo que ir, pero gracias, por todo.
- Esta bien.- Es lo único que me dice.
ESTÁS LEYENDO
Dos velas para el diablo #2
De TodoBueno e querido hacer la 2 parte del libro dos velas para el diablo de laura gallego ya que me encanto el libro , os resumire de que trata el 1 libro que lo escribio laura gallego para todos aquellos que no se lo hayan leido y sepan de que va el 2 q...