Y el décimo día.
Harry había llevado consigo algo de café caliente y se lo había compartido con Louis.

Ellos ya eran buenos amigos. Tanto que a Harry se le había ocurrido eso del café, y Louis, el cual no de quería quedar atrás en detalles, ya tenía planeado algo para el próximo abordaje.

 

 
El onceavo día, Louis cargaba en su mochila una pequeña bolsa de plástico con sándwiches de nutella y frutillas.

Los había sacado justo cuando él y su amigo rizado ya habían tomado asiento. Harry sonrió al ver el detalle siendo regresado con agradecimiento y competencia.
Ambos hablaron durante el trayecto como siempre pero esta vez saboreando deliciosos sándwiches.

Era ahora Harry el que no quería ser vencido con sándwiches disfrazados de un "gracias por el café de ayer, te traje esto" y era por eso que traía esas galletas que serían como lo mismo, solo que éstas utilizarían el disfraz de "las galletas de chispas son mi especialidad", obviamente serían acompañados de unas risillas tímidas, avergonzadas y divertidas de parte de los dos.

Louis se sentía en competencia, así que lo próximo que él llevaría sería algo "más grande".

 

 
Y como él mismo se había estado ideando, a la semana siguiente, en lunes, llevó consigo un pequeño pastel para Harry. Solo para él. Para su amigo.

«Woah, Louis, esto no me lo esperaba, en serio.»

«Uhm, ¿no crees que fue bueno?»

«No, no, no, no es eso, en realidad me encantó. Solo que... No sé dónde dejaré esto durante las clases.»

«Oh... Tienes razón. Para la otra será algo mas fácil.»

Sí. Louis estaba seguro de que habría un segundo obsequio. Pero lo que no sabía era que Harry también planeaba regalarle algo que considerara mejor. En parte lo haría por "venganza" por regalarle algo que no era fácil llevar a cualquier lado, y también como una muestra de agradecimiento. Un bonito agradecimiento para su amigo.

Oh, también porque esto ya se había vuelto una definitiva competencia.

El Vagón Del TrenWhere stories live. Discover now