Eran ya dos meses. Exactamente dos meses de que Harry y Louis se subieron al tren.

No todo era bonito como un domingo en las mañanas acompañado de chocolate caliente y televisión matutina, pues se les había comenzado a dificultar a ambos el estar como antes. Hablaban menos y ya no había demasiadas risas, pero todo eso era después repuesto con besos, ya sean de saludo, despedida o durante su trayecto en el tren, y sí, besos en los labios.

«Lou... La próxima semana es mi graduación.»

«¿En serio? Que bien, me alegra mucho eso, Hazz.»

«Lo sé, y gracias, pero me preguntaba si tu querías ir.»

«¿A tu graduación? ¿En serio?»

«Uhm, sí.»

«Por supuesto, me encantaría estar ahí y verte con tu bata y tu sombrero.»

Harry soltó una pequeña carcajada.

«No es una bata ni un sombrero.»

«¿No? Oh, bueno, es que eso parece.»

Ambos rieron esta vez y la hora de bajarse de Harry había llegado. Besó a Louis en los labios por todo el rato en que las puertas estaban abiertas y hasta que sonó el timbre de los últimos diez segundos se separó de él y salió con una risilla traviesa y con su lengua lamiendo sus labios.

El Vagón Del TrenWhere stories live. Discover now