Era una mañana linda con el cielo despejado y el sol brillando, sin embargo no era un día caluroso, mas bien agradable al cien por ciento, me he levantado para ir a la escuela, pero inmediatamente me senté de nuevo en mi cama la cual tenia encima una sabana colo rosa con lineas verdes, claro en ese momento estaba desatendida, así que me pare a tenderla. En unos cuantos minutos ya había acabado y me senté de nuevo y observe a mi al rededor alado de mi se encontraba mi escritorio y al lado derecho de la cama mi librero, perdiéndome viendo mis libros vino a mi memoria Abaet, aquel chico del el café el pensador, y recordé en ese momento el libro el cual no me había regresado su nombre el porque lo había mencionado con esa sonrisa me intrigaba un poco.
Después escuche una voz la cual me distrajo de mis pensamientos aquella voz era mi madre, gritando desde la cocina con una voz tranquila.
- Lían el desayuno esta listo.
- Si madre enseguida bajo.
A continuación me cambie por el uniforme de mi escuela, el cual era una falda color negra que me llegaba apenas unos cinco centímetros arriba de la rodilla, una camisa color blanco de manga larga un poco pegada con una corbata color roja, calcetas que llegaban a media pantorrilla con zapatos de color negro, así ya vestida decidí no llevar la chaqueta negra porque no pensé que la fuera a ocupar me peine de media coleta y ya lista baje para desayunar, el desayuno de ese día era huevo con tocino y un poco de te de limón, no era el desayuno que mi madre siempre preparaba, este era un típico desayuno de caricatura estadounidense, mi padre me dijo cuando estaba a mitad de mi desayuno.
- Si quieres que te lleve a la escuela date prisa porque ya voy
Al escuchar esto me apresure a terminar el resto de mi desayuno en un bocado mientras mi padre estaba buscando todo lo que necesitaba para ir a su trabajo.
Terminando ese bocado subí las escaleras rápidamente para ir por mi mochila que estaba junto a mi cama solo la recogí lo mas rápido que pude y baje las escaleras para ver aquella escena de mis padres despidiéndose con un beso de repente mi padre alzo su mirada dirigiéndose hacia mi.
- Nos vamos
Lo menciono con una sonrisa tan maravillosa que le correspondí y también sonreí, enseguida mi papa salio al patio para poder subir al coche así que me despedí de mi madre y fui tras de él para no perder mas tiempo mi escuela no estaba tan lejos de la casa tal vez unos 20 minutos por lo mucho en coche.
El camino de ida hacia la escuela fue silencioso pero no incomodo me quede observando todo el panorama de una ciudad muy activa y al mismo tiempo pasiva, así era como esta ciudad llamada Encorina era, poco después llegamos a mi escuela mi padre se estaciono en la esquina baje del coche y me despedí de él.
- Nos vemos en la casa padre.
- Si hija que tengas un buen día.
A esto mi padre se marchó enseguida en aquel auto color negro, entonces yo me dirija hacia la entrada de la escuela y escuche a todos los alumnos un poco mas entusiasmados y al mismo tiempo nerviosos y hablando de al parecer dos alumnos nuevos lo que era algo raro ya que estábamos a mitad del año, tal vez esa era la razón por la que todos están tan exaltados, pero yo no le tome tanta importancia, me dirija a mi salón de clases en el segundo piso cuando llegue estaban conversando mis compañeros también de aquellos alumnos nuevos que al parecer yo era la única que no estaba enterada de ello, cuando llegue a mi asiento sentí una mano encima de mi que decía mi nombre.
- ¿Lían que te parece la noticia de los compañeros nuevos?
- Oh si todo el mundo habla de ellos pero pienso que al mismo tiempo no es tan gran cosa solo son dos personas de nuestra edad aproximadamente.
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Guerra de Clanes
AdventurePrologo Pensando en la inmortalidad, te das cuenta que todo está más cerca de lo que imaginas. Vampiros, hombres lobo, extraterrestres y ese tipo de mitos, pero cuando te encuentras atrapada en su mundo cambias completamente de ideas a las que te de...