Canción para Peter

En el cielo o en el mar

Título: CANCIÓN PARA PETER

Autora: Clumsykitty

Fandom: MCU, Post Civil War (semi AU)

Parejas: Stony, Superfamily

Derechos: Soy tan pobre.

Advertencias: Estas historias fueron publicadas en mi rincón de demencia que poseo en Facebook, y que recopilo aquí para quienes deseen leerlas en formato fanfic. Tiene variantes respecto a Civil War, entre otros elementos.

Gracias por leerme.

EN EL CIELO O EN EL MAR

-¿Steve?

-Dime, Peter.

-¿Por qué le escribiste una carta a mi papi?

Peter no había querido leer pero la tentación había sido mucha y luego de recibir una estrella en su frente porque había sido el mejor de su clase leyendo, pues era completamente lógico que su curiosidad y orgullo le animaran a tomar la carta y leerla. Poco o nada entendió de aquellas líneas que Steve dirigiera a Tony, pero al menos le quedó claro que algo hizo porque le pedía disculpas y hablaba de una familia. Cosas raras de adultos.

-¿Recuerdas cuando te dije que las cosas habían salido mal?

-Sí.

-Tony... él y yo no pudimos... -Steve jaló aire- Peleamos, Peter.

-Wow –dijo asombrado al escucharle- ¿Y por qué pelearon?

-No importa. Por eso le escribí esa carta y le di el teléfono... pero él no llamó.

-¿Tú no lo llamaste? –brincó la inteligencia de Peter de inmediato.

-... solo un par de veces, no contestó.

-Uh, es que tiene el celular escondido con la carta debajo de la estrella en el plato.

-¿Q-Qué...?

-Todo adentro del armario de Narnia. Con llave, la tomo a escondidas, como ahorita que lo llamó el Señor McGregor para que fuera a reparar su podadora. Yo le dije que me dolía mi pancita para que no me llevara.

-No debes mentirle, Peter.

-Pues si me duele un poquito.

-¿Pero querías hablar conmigo?

-Sí. La carta. Tienes bonita letra, como la de los maestros en la escuela. La de papi es horrible –rió Peter meciendo sus pies, sentado dentro del armario con las puertas abiertas.

-Jamás quise lastimarlo, Peter, quiero que lo sepas.

-¿Papi tenía familia? ¿Qué pasó? ¿Por qué no están con nosotros?

Vino de nuevo ese fastidioso silencio que hacía que Peter torciera por completo su boca, Steve era extraño para las conversaciones, ya no le cabía duda alguna.

-Un día lo sabrás. Peter, quisiera hablar con Tony.

-Am, no creo, ya le pregunté sobre el armario de Narnia y me dijo que está prohibidísimo abrirlo porque hay un monstruo come niños dentro.

-Trata de... protegerte, Peter.

-Soy fuerte. ¿Sabías que corro más rápido que todos mis compañeros de salón? Le gano hasta a la niña esa que dice que es hija de superhéroes.

-¿En verdad?

-Sip, y no me canso.

-Deben tenerte envidia.

-A la mejor –Peter se encogió de hombros- Quien sabe, luego dicen que soy medio huérfano pero no me importa. Ellos son medio tontos y nadie dice nada.

Steve rió muy bajo pero le alcanzó a escuchar.

-Gracias por llamarme siempre, Peter. Me gusta escuchar tu voz.

-¿Has atrapado muchos malos? ¿Cómo superhéroe?

-... unos pocos.

-¿Te gusta?

-¿Atraparlos?

-No –Peter rodó sus ojos, a veces Steve era taaan tonto- Ser un superhéroe.

-No tanto como imaginas.

-¿Por qué? Todo mundo quiere ser un superhéroe.

-¿Tú también?

-Uh, uh, a la mejor –Peter miró a la estrella- ¿Por qué mi papi tiene una estrella pintada en un plato? ¿Es un arma de superhéroe?

-... sí.

-¿Y qué hace?

-Protegía...

-Pfff, eres muy obvio –se quejó Peter antes de quedarse callado.

-¿Peter?

-Ya volvió papi, te llamaré luego.

-De acuerdo.

La verdad fue que a Peter se le olvidó llamar a Steve más adelante, porque tuvo muchas cosas muy entretenidas que hacer. Llegó su libro para colorear tan especial que por unos buenos días tuvo la atención de sus compañeritos en lugar de la niña tonta. Por fin papi terminó sus súper geniales globos de Nemo, Dory y demás, que flotaban en el aire pero que no se iban lejos, porque estaban controlados. Los sacaron a la colina donde echaban su papalote al aire y Peter jugó horas con ellos, imaginando que estaban en el mar y luego con Bob Esponja y así hasta que se cansó y Tony lo cargó de regreso con los peces flotantes tras ellos. Todo fue tan genial hasta que un día algo pasó, una mañana se despertó ante un ruido muy feo y raro que jamás se escuchaba en su casa. La niebla no se iba todavía fuera de la casa pero alcanzó a ver algo entre ella, como un ave muy grande y negra de la que salieron varios hombres también vestidos en uniformes negros como los militares pero se veían muy diferentes, tenían además unas máscaras que le dieron miedo a Peter. Su papi ya los había visto también, estaba muy pálido casi estrujándole contra su pecho antes de pedirle que fuera a donde su recámara y se quedara ahí muy pero muy calladito como cuando las escondidillas, hasta que le llamara.

Fue entonces que Peter se acordó de Steve y fue al armario de Narnia buscando apurado el celular que marcó varias veces porque no le respondió a la primera, escuchando muy asustado la voz de un hombre que hablaba con Tony, chasquidos de algo, algunos gritos como órdenes en un idioma que no era el suyo. Sintió lágrimas en sus ojos al no escuchar que Steve atendiera, brincando de repente al oír una pelea. En esos momentos al fin tuvo respuesta, así que no perdió más tiempo porque unos pasos comenzaron a subir las escaleras entre los gritos ahora desesperados de su papi.

-Pe...

-¡STEVE! ¡STEVE! ¡AYÚDANOS! ¡MALOS LLEGARON A LA CASA! ¡ALGO LE HICIERON A PAPI! ¡AYÚDANOS!

Esta vez no pudo guardar el celular en la caja, teniendo que echarlo todo de golpe dentro del armario que cerró justo a tiempo cuando los hombres en sus uniformes negros aventaron con una patada la puerta, haciéndole respingar y echándose hacia atrás hasta una esquina, llorando abiertamente porque eso estaba muy mal, pero muy mal. Varias máscaras negras le observaron antes de abrirle paso a un hombre que se veía más que malísimo. Parecía de esos villanos que saben muchas cosas y que de paso hacen sufrir a los superhéroes. El villano le sonrió a Peter pero él no lo hizo, preguntando por su papi.

-Llévenselos –ordenó con voz gruesa.