Capítulo 5

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-Esto está riquísimo.- dijo Melo mientras le daba el primer sorbo a su café.

Aquí lo único que estaba riquísimo era el echo de que Melo se pasó lentamente la lengua sobre su labio superior para limpiar los restos de la espuma.Estoy segura de que dijo algo más pero la verdad fue que me distraje en sus labios. Me di cuenta que me descubrió mirando sus labios en cuanto comenzó a reír.

-¿Aún tengo espuma?- preguntó mientras repetía la acción, solo que esta vez la pasó sobre su labio inferior para luego mordérselo levemente.

La muy hija de puta sabía lo que estaba sintiendo en este momento, lo hacía a propósito, yo lo sé.

-Tu hermana es bastante sobreprotectora contigo.- comentó.

-Es una perra.-rió.-No pero hablando en serio es bastante cotilla, probablemente es porque nos vemos poco pero oye, yo no le pregunto a cada rato a quién se anda tirando, ni siquiera lo hice cuando dijo que estaba embarazada.

-¿El pequeño que llevabas ese día es su hijo?

-Sí.-no pude evitar sonreír al pensar en Tyler, ese niño es mi adoración.- El próximo mes cumple tres años, ese niño es todo para mí.

-Te entiendo, me pasa lo mismo con mis sobrinos.- sonrió, era obvio que los amaba, lo podía notar en cada video que salían ellos.

Seguimos hablando de tonterías, la verdad es que no quería separarme de ella, así que buscaba cualquier tema de conversación para alargar nuestro encuentro. Melo pagó el desayuno, yo la había invitado y la muy terca no me había permitido pagar, después de poner mi dinero y quitar el suyo de la carta por unas cuatro veces, acepté a regañadientes.

-¿Qué tienes planeado hacer hoy?- le pregunté mientras caminábamos hacia la casa de su hermana. Hoy era noche buena.

-Pues, ya sabes, lo típico, cenar con la familia, intentar no emborracharme mucho.- río.- ¿y tú?

-Exactamente lo mismo, pero yo sí pensaba leer unos cuantos libros.

Soltó una carcajada, obviamente sabía a qué me refería, total, era su frase.







-Vale, aquí es.- señale el edificio donde vivía mi hermana.-¿Quieres pasar?

Que diga que si, que diga que si, que diga que si. Repetí ese mantra en mi cabeza una y otra vez.

-Eh, yo...¿no te dicen nada?

-Tia, que no soy una niña de doce años la cual tiene que pedir permiso, venga pasa.

-Vale.- sonrió .

¿Existe algo más hermoso que su sonrisa?

-Te lo advierto son muchos pisos los que debemos subir.

-Lo sé, te recuerdo que he visto tus videos.

-Venga vamos.- por alguna extraña razón sentí la necesidad de tomar su mano, lo más hermoso fue que respondió con un apretón y acto seguido me regalo una deslumbrante y tierna sonrisa.

Necesito contenerme porque voy a besarla ya mismo. Melo contrólate.

Abrí la puerta de la casa y un rico olor a galletas inundó mis fosas nasales. Vi a mi madre sentada haciendo ganchillo.

-Ya vine.
¿Noooo en verdad? Gilipollas.

-Ella es Camila, mi madre. -Señale con la cabeza hacia dónde estaba mi madre.

-Mucho gusto señora.- respondió ella.

-Hola guapa, el gusto es mío.- respondió mi madre mientras se ponía de pie y la saludaba con un beso en cada mejilla.

-Sí, hola mamá, la próxima vez te aviso que saldré para que no estés como loca buscándome.- dijo imitando mi voz mientras me pellizcaba los mofletes.

Vale mama, tienes el premio por "la mejor forma de humillar a Melo"

Camila me miró y comenzó a reír.  Lo único que pude hacer fue sonrojarme. Vaya mierda.

-Si quieres dame tu chaqueta.- me acerqué a su espalda mientras lentamente le ayudaba a quitársela. Rocé ligeramente su cuello haciendo que toda su piel se erizara. Obviamente mi madre se había ido hacia otro lado, porque de loca hago eso frente a ella.

-¿Tienes frío?- susurré a su oído.

Negó levemente con la cabeza.

-Yo tampoco.- susurré una vez más, acto seguido mordí su oreja. Suspiró.-¡Lois quiero galletas!

Me separé inmediatamente y caminé hacia la cocina, con la mano hice un movimiento indicándole que me siguiera mientras me partía riendo. Me miró con cara de pocos amigos y me mostró su dedo medio.

Lo sé, soy un amor.

¡¡ME CAGO EN LA LECHE!! Vale si quería comprobar que lograba ponerme, lo hizo.

Mi corazón latía a mil por hora y mi respiración era entrecortada, la miré de la peor manera que pude mientras le hacía una seña no muy bonita. Se lo merecía.

¿Quieres jugar? Yo también sé jugar señorita. Y muy bien.

Camine a donde estaba y le sonreí. Después me acerqué lentamente a ella, coloque mi mano en su lindo trasero y le di un apretón.

Me miró boquiabierta. Solté una carcajada y dije.

-Anda, vamos a ver esas galletas.


Holaaaaaaa, mil mil disculpas por no haber actualizado en todo este tiempo. Estuve haciendo muchísimos trabajos para la escuela (y aún no termino 🙄 pero no importa) gracias por esperar, valen mil ❤️ (seguro ni me estaban esperando pero bue :v) sé que el capítulo es corto pero es que ya tengo el siguiente escrito y en uno momentito lo subiré 😏

And I Found You (Yellow Mellow)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora