II

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–Vaya que extrañaba el alcohol– dijo Cassie mientras sacaba una botella de Malibú de la caja de cartón llena de licores que habían llevado al viaje. Sacó la tapa y dio un gran trago directo de la botella seguido de un gruñido de satisfacción.

                  Víctor y Joseph se encargaban de descargar el auto de Cassie, mientras ella daba tragos seguidos de la botella que llevaba en manos; Nina ayudaba a cargar bolsas con poco peso y Hannah supuso que debería ayudar, sin embargo se adentró en la cabaña para observar el interior. Había tantas cajas que uno se preguntaría como todo logró caber en tan pequeño espacio, tanto cajas llenas de botellas de licor y cerveza como cajas con comida y bebidas decentes – que eran más que nada para Hannah-.

                  –Dense prisa, hay que comenzar a embriagarnos– exclamó Nina al escuchar la cajuela del automóvil que se cerraba y viendo a los chicos cargando unas últimas cajas.

                  –Cass comenzó hace un rato, ya– Víctor dejó lo que cargaba sobre el suelo y arrebató la botella de las manos de su novia quien exclamó molesta; el chico le dio un trago y le volvió a poner en su mano –. Hannah ¿quieres algo? Hay Baileys por si quieres algo con poco alcohol y hay... Coca-Cola por si no quieres tomar.

                  –El día que Hannah consuma una gota de alcohol dejaré de tener sexo­­­–. Nina rio por su propio comentario y la cara de Joseph provocó las risas de todos los demás. A veces la pequeña rubia católica no entendía porqué había elegido a aquellas personas como sus amigos siendo tan diferentes de ellas. Sus amigos: unos alcohólicos, drogadictos y ninfómanos; y ella: ninguna de las anteriores.

                  Muchas personas se preguntaban lo mismo que Hannah, ¿cómo lograba no sentirse aislada? O ¿cómo se divertía con ellos sin necesidad de estar en igualdad de condiciones?

                  Sus amigos comenzaron a beber de inmediato y en menos de una hora el licor había llegado a sus cabezas. Hannah bebía una soda sentada en un cómodo sillón mientras veía a sus amigos actuar bajo la influencia de las miles de bebidas que habían mezclado. Las dos parejas se encontraban besuqueandose y pasando las manos por los cuerpos de sus respectivas parejas. Sucedía muy seguido el que Hannah se sintiera sola, aún más si miraba como la persona que amaba se estaba dejando amar por otra persona que no era ella.

                  No lo pudo soportar más y tomando una chamarra, la rubia salió a tomar un poco de aire. En la entrada de la cabaña habían varias botellas regadas y Hannah las pateó para juntarlas en una esquina; le llamó la atención ver una lata de cerveza obscura aún sellada. Detrás de ella lograba escuchar las risas de sus amigos y la música a todo volumen e ignorando lo que sus amigos estuvieran haciendo hizo algo que jamás creyó hacer y levantó aquella botella del suelo. Se alejó de la casa dispuesta a recorrer el adorable bosque que rodeaba las cabañas, las gotas de agua alrededor del cilindro mojaban sus dedos y su mente le gritaba que la dejara abajo, pero no lo hizo.

                  La lata emitió un sonido chispeante cuando la abrió; los labios de Hannah sintieron el aluminio frío en sus labios seguido del amargo sabor del líquido en su boca. No le gustó pero la constante imagen de la persona que amaba besándose con alguien más; en el auto, en la casa, en la escuela y en todos lados, hizo que la cerveza desapareciera después de unos minutos.

                  La caminata de la rubia por el bosque no llegó muy lejos. Miró su reloj de mano dándose cuenta de que eran las tres de la mañana, sabía hasta dónde eran sus límites y sabía que aquella bebida, siendo la primera que había probado en su vida, se le había subido a la cabeza. Decidió dar la vuelta y regresar a la cabaña. Unos minutos más tarde se encontraba frente a ella, pero la visión borrosa que sus ojos le proporcionaban no lograron distinguir a que cabaña dirigirse.

                  Una puerta se abrió de pronto y Hannah distinguió a Cassie de pie en el pórtico mirándola.

† Wicca †Donde viven las historias. Descúbrelo ahora