ABC: Año sorprendente Parte I

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Después de los eventos del otoño del 2014, me dí a la tarea de investigar todo lo que pudiera sobre la niña de piel blanca como la nieve y suéter color cielo.

Al pasar el tiempo y sin resultados de mi búsqueda, comencé a resignarme y solo observarla a la hora de la salida.
Hasta que un día, salí con mi familia a otra plaza comercial; íbamos caminando por una bajada para personas en silla de ruedas, cuando, por azares de la vida, la niña de piel de nieve venía justo de frente, y me quedé viéndola, fue como si por un momento, solo ella y yo estuviéramos en ese lugar, ella solo me miró con cara de: "te he visto en algún lado".
Al llegar a casa, enocionado le conté el acontecimiento a Eduardo y motivado por lo ocurrido, emprendí de nuevo mi búsqueda en redes sociales, entonces se me llegó una gran idea a la cabeza, entrar en la cuenta de una amiga que tenía en esa escuela y revisar en su lista de seguidores. Después de un rato buscando en dicha lista, encontré una cuenta que hacia "versus" de las personas de esa escuela, ya saben, para saber quien es más bonita o más fea y esas cosas que hacemos los jóvenes. Al entrar en esa cuenta y ver varias imágenes, me dí con que ahí estaba, ¡la niña de piel blanca! ¡la había encontrado por fin¡ Abril, es su nombre. No podía creerlo, corrí a decirle a Eduardo y él se sorprendió, tampoco me creía.
Comenté algunas de sus fotos, pero no hubo respuesta.

Siguieron pasando las semanas y casa vez me daba más a la idea de que alguien como ella nunca se fijaría en alguien como yo, y es que, ¿cómo alguien tan hermosa podría fijarse en mí? Era la pregunta que, cada que pensaba en ella, me hacía. Así que me limite a admirarle, a quererla desde lejos, desde un lugar donde no pudiera notar que alguien la miraba. Esto no funcionó, ya que su hermana, llamada Grecia, que estudiaba en la misma escuela, se percató de mis miradas hacia ella (tiempo después, Abril, me dijo que también se daba cuenta que la observaba), así que me envió una solicitud de amistad por Facebook, al igual que a mi mejor amigo, Eduardo. Pero no fue la única que agregó a esta red social a Eduardo, sino también unas amigas de Abril. Estas niñas, le dijeron a mi amigo que a ella le gustaba él, a lo que inmediatamente él me lo dijo, porque a él también le llamaba la atención, pero más levemente.
Yo sentí como mi mundo se calló a pedazos, aguantando el dolor le dije:
-Si te interesa, adelante, no pasa nada.
Él, por supuesto, me dijo que de ninguna manera lo haría, porque somos amigos.
Se lo agradecí con todo el corazón, aunque el dolor seguía, porque físicamente él y yo somos muy diferentes, entonces creció aun más ese sentimiento de que jamás me haría caso.

Pasaron los meses, un nuevo año comenzó. Nuevas aventuras, nuevas sorpresas, nuevos propósitos.

Mi relación con Grecia mejoró muchísimo, nos volvimos muy cercanos, hasta al punto de llegar a ser mejores amigos. Entonces, comencé a llegar al centro comercial a ver a Grecia, platicar con ella. Debido a esto, en ocasiones, Abril estaba con nostros. Pero, siempre que yo le hablaba, se comportaba de una forma cortante, como si no quisiera hablar conmigo.

Una vez, las acompañé a la parada a tomar el transporte, mientras Grecia se fiajaba si no venía el camión, por alguna razón Abril y yo comenzamos a hablar, pero ella solo se burlaba de mí, me molestaba y se reía.
Cuando se fueron, me dí cuenta que yo solo le caía mal.

Fin del capítulo dos.

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