Fragmentos

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Es la desesperación que se apodera de todo su cuerpo y camina de un lado a otro mientras se muerde las uñas en nerviosismo.

¿Pero cómo diablos no iba estar nervioso? Si iba a volver a verlo, después de tanto volvería, volvería a su hogar. Donde siempre debió estar.

Es el sonido de la puerta que lo alerta y lo saca de sus pensamientos; el corazón le comienza a latir de una manera peligrosa y la respiración se le dificulta impidiendo que respire con normalidad, con tambaleo se acerca a la puerta la cual sigue sonando con insistencia y su mano se acerca al pomo de la puerta y la abre con dificultad.

Su mirada por instinto va al piso y se siente tan estúpido por comportarse de esa manera; es el chico quien aún se encuentra afuera esperando a que le den permiso para ingresar —Pasa...—el coreano se adelanta y escucha la puerta cerrarse y pasos acercándose.

No se encontraba listo.

Da un último suspiro y voltea dándose cuenta de cuanto lo ha necesitado, su mirada lo recorre el cuerpo completo recordándolo, guardándole en su mente aunque no fuera necesario porque jamás lo pudo olvidar.

—Hola—el chino sonríe, causando que el vello se le erice. Porque se encuentra tan radiante cuando él siente que el mundo se le está viniendo abajo, y es una punzada que siente en el pecho al saber la respuesta—Veo que todo está igual—recorre con la mirada el lugar como si por primera vez lo hubiera visto y dios como duele. — ¿Y cómo te va, Minseok? —Sus ojos se conectan con los suyos y Minseok siente morir.

¿Porque sigue doliendo? Porque después de todo lo que paso aun le sigue doliendo.

No cedas Minseok, por favor no lo hagas.

—Ahórrate esa amabilidad y llévate tus malditas cosas. —habla tosco y es la sonrisa de Luhan que desaparece. Y el coreano se siente gustoso por eso.

—Minseok, solo quisiera pedirte perdón. — observa como sus dedos juegan entre ellos por los nervios.

—Por irte sin avisarme y que solo me dejaras una carta donde terminabas conmigo sin explicaciones y desaparecieres todos estos meses y mientras yo me moría de angustia y te buscaba, tú te revolcabas con otra—ríe con ironía, tratando de ocultar aquella lagrimas que parecen querer escapar de sus ojos— ¿Me pides perdón por eso? Por no tener los huevos y ser un infeliz cobarde.

—Lo siento. —Es el chino quien no tiene más que decir porque hasta él sabe que fue un gran Hijo de puta y se merece todo esos insultos y más. Solo baja la cabeza en espera que el más bajo termine de desquitarse.

El peor dolor que se llevara será el desprecio del mayor.

—Un lo siento no arreglara nada ni podrá resolver las dudas que tengo en mi cabeza ¿El porque te fuiste sin decirme nada?... ¿Acaso hice algo malo?

—No, nada de eso—espeto —tú no eres culpable de nada.

—Entonces porque me estás haciendo esto porque me lastimas de esta forma—es una alma dolida que habla sin permiso porque es Minseok que ya no soporta — ¿O acaso ya te aburrí?

—Minseok no hablas así. —su mirada se le endurece y da un suspiro ya cansado.

— ¿Acaso esa te la chupa mejor que yo?

—Para ya, Minseok, por favor

— ¿¡Pero dime el por qué!? ¿Por qué porque lo hiciste?

—Porque yo quiero muchas cosas—grita sulfurado—Cosas que tú no me puedes dar y jamás lo harás porque siempre me he imaginado tener una familia—El castaño no puede creer lo que escucha—Una que nunca he tenido—se calma cuando ve al coreano quieto mirándole con tristeza, causándole solo dolor—Tener un niño, el cual vea crecer...

WITHOUT YOU → Xiuhan/LuminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora