capitulo 12

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-¡¿qué?!-exclamaba sorprendido. -Explicame eso.

-Bueno, decidí hacerme la inseminación artificial-inventó. -Porque Sakura, me dió la idea, ya que ella me hablo de ese procedimiento de maternidad y me convenció.

-¡¿cuándo fue eso?!-tenía cara de no creerle.

-Antes de que comenzarás tu plan-dijo recordando lo molesta que estaba con él.

-Entonces ¿cómo es que no sabias si estabad embarazada? Si ese era tu propósito-cuestionó a la rubia.

-Veras yo...-suspiro, aprovechando el poco tiempo que esto le podía dar, para pensar. -Tu actitud y trato conmigo las cosas...

-¡¿ese es el mejor pretexto que se te pudo ocurrir?!-se cruzó de brazos.

-Creerlo o no, ese es tu problema-le dió la espalda.

-¡¿no sera a caso, que le tienes miedo al compromiso?!-la tomó lentamente de la cintura, sorprendiendo a la chica.

-N-no, seas ridículo-se rió nerviosa. -Es obvio q-que no.

-Entonces ¿por qué no aceptas ser mi esposa?-preguntó de nuevo.

-Ya te dije-bufó. -¡si esperabas un vínculo importante para casarnos, no lo tienes aún!

-Estoy dispuesto a ser padre de ese hijo, sin importar que sea mío-miró fijamente su vientre, mientras lo acariciaba.

-Sai...-susurró sorprendida de lo que dijo.

-Escucha, quizás y ya sabes sobre que mi solitario y frio pasado, por lo tanto debes de darte la idea de lo mucho que quiero una vida felizmente como la de cualquiera que tiene una familia de verdad-subió su mirada hacia sus ojos.

-Asi que siendo mi hijo o no-la acerco mas a él. -Tú y yo formaremos la mas grande y hermosa familia de 23 hijos que jamás halla existido.

-Sai-susurró conmovida. -Eso es tan... espera, ¡acaso dijiste 23 hijos!

-Si, ¿por qué? ¿es poco?-pregunto inocentemente.

-¡¿qué si es poco?!-exclamó. -¡¿qué me crees?! ¡¡¡CONEJA!!!

-Pues, puede ser buen apodo sexual-acariciaba su barbilla, pensativo.

-Eres un...

EN OTRA PARTE DE KONOHA.

-Naruto, ¡¿te vas a quedar siempre en la cama o qué?!-exclamaba una pelirosa, acorralada por cierto rubio.

-Eso depende-acomodó mejor su agarre. -Si es contigo, no lo dudes.

-Bueno entonces levantate, porque yo no pienso quedarme aqui siempre-de nuevo intentó levantarse, pero el joven, puso resistencia.

-¿pero si conmigo, verdad?-la miró con ternura, directo a los ojos.

-Bueno, yo emm-se sonrojó totalmente. -¿no tienes hambre?

-Algo, pero no tanto-rió al ver el nerviosismo de Sakura. -Anoche fue el mejor ramen que he probado en mi vida.

-Cállate-agacho la cabeza intentando ocultar su rostro aún mas rojo.

-Bueno, supongo que esta vez será mejor que nos levantemos de la cama-se quitó de encima de Sakura. -Tenemos que salir.

-¿salir?-se levantó tapándose con la sabana. -¿a dónde se supone que tenemos que ir?

-A la farmacia-le sonrió. -¿no recuerdas?

-Emm, este-improvisó. -Ahora no puedo, debo ir con Ino.

-Bueno, entonces yo pasaré mas tarde por ti-le guiñó un ojo, y se alisto para irse. -¡ahh y Sakura-chan!-llamó la atención de ella, y de un jalón de cintura la atrajo a él, dándole el beso mas apasionado que ha tenido la chica. -Espero y se puede repetir lo del ramen- susurró, despidiéndose de ella,

El Donante MisteriosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora