Salímos un momento al pequeño jardin.
-Derek yo...- te escuché atentamente.
Enredabas tus manos nerviosamente.
Me quedé mirandote a los ojos durante ese largo rato en que supuse acomodabas las ideas de tu cabeza, debía ser algo terrible por que tu linda carita se encontraba descompuesta por una expresión de amargura.
-Vamos dime, puedes confiar en mi.- te aseguré.
-No quiero malentendidos...
-Si es porque me la he pasado aquí, casi cada segundo dejare de hacer...- me interrumpiste.
-Con Jack.- continuasté.
-¿Jack?
-No es mi hermano Derek, no pareces ser del tipo de hombre que gusta de una mujer con un hijo.
-Jack es tu hijo.- dije sorprendido cuando mi cerebro término de atar cabos.
-Es lo que dije.- rodaste los ojos.
-Lo sé...- me rasque la nuca.- Es... es muy... me ha caído como balde de agua fria.
-Yo no quiero que confundas esto.- sonaste angustiada.
En efecto jamás me habia planteado el estar con una chica con su pequeño incluido.
Pero por lo que habiamos vivido, mi insesante persistencia, las tardes con Jack... la idea no me iba tan mal.
-Escucha...- tome tus manos entre las mías.- Tú me gustas.
-Si pero demonios tú eres... impredecible, te he visto llegar ebrio, te he visto con chicas.
-Sere todo lo predecible que tu quieras... yo mismo no me siento como antes y Madi tú me gustas y no soy quien para juzgar tu pasado. Además ese pequeño se me ha metido aqui.- te dije señalando mi corazón.
Mi respuesta hizo que tu rostro cambiara a sorpresa.
Sabia el peso que tenían mis palabras pero vamos, era hermosa, responsable y lograba mantener mi mente en su lugar.
Ni las mujeres, ni el alcohol ni nunguna mierda me hacia sentirme tan lleno como hacerlos sonreír.
-¿No has visto ni un cambio en mi?.- te pregunté.
-Si lo hay pero debes entender.- me pediste.
-Entiendo que lo haces por Jack.- te aseguré.- Iremos tan lento como gustes Madison. Porque tu me interesas.
-¿Y si te cansas de nosotros?
-Eso ni en mis mas locos sueños.
Puse mis manos sobre tus mejillas y estampe un beso en tus suaves labios.
-Lo prometo.- susurre aún con los labios estampados en los tuyos.