Día 3.

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Día 3.

Odiaba a Nacho y a su poder de hacer que sus palabras se repitieran una y otra vez en mi cabeza. Esta noche la había pasado igual que la anterior: casi sin poder dormir por culpa de las palabras de mi hermano pequeño.

Como en los últimos tiempos salí a correr mientras escuchaba música y seguía dándole vueltas a las palabras de mi hermano.

¿De verdad seguiría enamorado de Claudia?

¿De verdad ella me seguía queriendo?

Mi cabeza y corazón eran un auténtico caos y por más que me fastidiara sabía que eso era debido a estar viendo a Claudia diariamente y dejar que me abrazara. Claudia estaba removiendo viejos sentimientos que creía completamente extinguidos.

Como estos últimos días su mensaje me llegó al salir de la ducha pero a parte del mensaje de Claudia, tenía un mensaje de mi hermano y otro de mi mejor amigo.

El todo poderoso Nacho: <Deberías aceptar de una buena vez que Claudia nunca jugó contigo y que la dejaste por una autentica gilipollez. Tal vez así te darías cuenta de que ella nunca te dejó de querer y que tú tampoco lo hiciste>.

Por si no se nota el nombre del contacto lo había puesto él.

Rodé los ojos y solo le contesté: <Eres un puto pesado, Ignacio>.

Una vez contesté el mensaje de mi hermano, miré el mensaje de mi mejor amigo que decía:

Ángel: <¿Cómo fue ayer con Claudia?>

Yo: <Raro pero bien>

Ángel: <¿Se te removió todo, no es así?>

Odio que me conozca tan bien -pensé mirando el móvil. Ángel me conocía desde pequeños y siempre habíamos sido amigos así que con solo verme ya sabía que me pasaba y cómo me sentía, al igual que yo sabía cómo estaba él nada más verlo.

Yo: <No.>

Ángel: <Por más que me escribas eso, ambos sabemos que es mentira>

Decidí no contestar a ese mensaje. Me había puesto de mala leche que tuviera razón en lo que había escrito. Yo no podía volver a sentir algo por Claudia. No podía dejar que ella jugara de nuevo conmigo. Otra vez no. No iba a permitir que Claudia jugara de nuevo conmigo pero aunque no me gustara lo que iba a decir, no quería dejar de verla, es mas la quería ver cuánto antes.

Sacudí la cabeza y baje a comer mientras pensaba en el sitio donde me había citado Claudia. Me sonaba de algo pero no estaba seguro de qué exactamente. El sitio era un pequeño parque que había cerca de mi casa donde más de una vez había ido con ella a hablar o dar vueltas aunque ahora que pienso ahí...

"Claudia y yo estábamos en tercero de la ESO y ella en esa época tenía un novio que se llamaba David y era un idiota.

No es que fuera un idiota porque jugara con ella. Él la quería y me jodía porque yo, pese a estar enamorado de ella como un tonto, no le podía decir nada. Solo podía actuar como el amigo que llevaba tantos años siendo.

Aquél día le dije a Claudia de quedar por la tarde, pues sabía que David tenía que acabar un trabajo que tenía atrasado y Claudia no haría nada. Ella aceptó y decidimos ir al parque que había cerca de mi casa. Era un pequeño parque donde habíamos ido infinidad de veces desde que nos conocíamos debido a que a los dos nos encantaba ese parquecito.

Fuimos andando hasta ahí, nos sentamos en un banco y empezamos a hablar de cualquier cosa hasta que no pude mas y se lo dije:

-Me gustas.

Te doy diez días (1.5 Diez días)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora