I can't forget you~ Makoharu Fanfic »ReEscribiéndose«

"Nanami"

Haru sólo podía desviar la mirada hacia la ventana al sentir los ojos de su "hermana". La pequeña niña lo veía con una cara que mostraba algo de temor. ¿Le había causado una mala impresión?

Después de que Nagisa y Rei salieron del hogar de los Nanase, la tensión aumentó en la casa.

- ¿Qué hacen aquí?

-Hemos venido por ti.

-No quiero irme de Iwatobi.

-No es algo que tú puedas escoger. Sigues siendo menor de edad y podemos decidir lo que sea mejor para ti- dijo su padre.

Haru bufó- ¿Y ahora si les importa que sea menor de edad? Hubieran pensado en eso antes de abandonarme aquí. ¡He estado sólo! ¡He sufrido tanto! ¿Para qué se fueron? ¿Para tener otro hijo? No podían cuidar un hijo y ¿se largan para tener otro? ¡Quiero que se larguen!

Sin hacer caso a las hirientes pero verdaderas palabras de Haru su madre se acercó para darle un cálido abrazo, el cual, el chico rechazó.

-Veo que te será difícil que nos perdones pero gracias a que nos fuimos de Iwatobi podemos presentarte a tu hermana menor- Con un jalón delicado para tratar de no lastimar a la pequeña niña puso frente a frente a sus hijos. Haru la vio. Y ella lo vio. Pero desde ese instante su cara se torno como si al mirar a Haru la pequeña niña viera a un monstruo. No conocía a ese chico de mirada vacía- Nanami. Vamos amor, saluda a tu hermano Haruka.

Con una mano temblorosa Nanami tomo la de su hermano- Mu-mucho gusto- Haru no respondió.

-Como siempre tan apático- comentó el señor Nanase- No te preocupes mi pequeña Nana, él siempre ha sido así.

He ahí la presentación más incómoda en la vida de Haru.

- ¿Por qué vinieron cuando las cosas están así? - cuestionó sin darle una oportunidad a sus padres de contestar, pues al final de esa interrogante el sonido de una puerta azotándose se dejó escuchar.

Tomó entre sus manos el collar con las cenizas de Makoto y preguntó, como si hablara con éste- ¿Por qué las cosas no salieron como quería? Intento e intento, pero sigo cayendo en el mismo pensamiento de no querer seguir con vida- sus lágrimas comenzaron a caer- Y ahora no quiero arruinarlo con alguien como Nanami. Es apenas una niña, no merece un hermano como yo, con tantos problemas. Ayúdame, ayúdame Makoto. Donde quiera que estés.

Sin darse cuenta se quedó dormido. Hasta que la mañana anunció su presencia con los primeros rayos del día, el día que se iría de Iwatobi.

Los parpados de Haru pesaban, haciendo que el chico callera en un profundo sueño no sin antes tomar entre sus manos el collar que contenía las cenizas de Makoto y besarlo- Creo que comenzaremos otra nueva aventura- susurro tras el toque de sus labios con el dije.

-Ha-Haruka- la pequeña niña movió a su hermano para que despertara- Haruka, despierta. Hemos llegado.

El muchacho abrió sus ojos divisando la pequeña cara de Nanami- ¿Ya hemos llegado?

-Sí, desde hace una hora pero como no te despertabas mis papas decidieron dejarte en el coche pero yo... yo no quería dejarte sólo así que me quedé contigo.

No sabía si esas simples, pero llegadoras palabras, habían hecho que derramará más lágrimas, pero éstas no eran de sentimientos como tristeza o frustración. Esas lágrimas eran de felicidad. Tal vez la vida le había quitado a alguien tan especial como Makoto pero Nanami había llegado a su vida. Sólo un día basto y ya quería amarla y consentirla como si de los hermanitos de Makoto se tratara. Era hora de aplicar el cuidado que brindó a los gemelos con su hermana.