mechanic | «rubelangel».

f i v e

Rubén -Día de la fiesta.

El ambiente era pesado, gente borracha se encontraba esparcida por la sala y el jardin, la musica era alta y estruendorosa, los chicos bebian, mientras que otros solo veían con entrenimiento las tonterias que hacían sus colegas. Me sentía mareado, a decir verdad, mis cinco sentidos no funcionaban del todo bien.

-Ten tío, despabila.- Me ofrecio un chico de mediana estatura. Yo solo asentí y tome el pequeño vaso con un liquido color verde. Lo bebí de un trago, sintiendo mi garganta arder.

-¡Wow!- Cerre mis ojos extasiado, sintiendo como mi cuerpo se llenaba de placer por aquélla rara bebida.- ¿¡Que es esto!?- Interroge más activo de lo normal.

-Vino blanco.- Dijo con una sonrisa jugetona.- Con algo más, te hará sentir mejor tío.- Palmeo mi hombro derecho llendosé de mi lado. De pronto sentí una exitación inexplicable. Ese tío me las pagara.

Me encaminaba al baño de la segunda planta de la casa, pero desafortunadamente estaba ocupado. Nervioso empecé a tocar la puerta numerosas veces, al parecer había una chica dentro.

-¡Ya voy, ya voy!- Gritaba con una voz chillona que irritaba mis oídos. De pronto escuche el chillido de la puerta abriendose, encontrandome con la persona más indicada. Azul.- R-Rubén...- Se sonrojó violentamente.

-Hola Azul.- Le di una sonrisa finjida.

-Veo que tienes un problema ahí abajo...- Murmuró picara con una sonrisa victoriosa.

-Sí...- Reí nervioso.

-¿Qu-quiere que?- Sus espectativas se desifraban desde lejos.

-Vale.- Le dedique una mirada penetrante, inspeccionando sus ojos negros haciendome sentir extraño...

Azul tomo mi mano, nervioso le correspondí y nos encaminamos a la unica habitación vacía. Me sentía incomodo.

Con cuidado la recoste en la cama, dando nerviosos besos en su cuello y mandibula. Ella sonreía picara, observando mis ojos verdosos y yo observando los suyos de un color marron oscuro. Estaba a punto de quitar su blusa, pero inconsientemente deje de hacerlo.

-¿Que pasa?- Decía con la respiración entrecortada.

-N-no...- Tenía miedo. Miedo de perder mi virginidad con esta persona.

-¿Te estas arrepintiendo?- Sus ojos estaban casi por desbordar lagrimas, haciendome sentir culpable.

-Lo siento...- Murmuré y salí dando un portazo.

El ambiente pesado no cambiaba, mientras caminaba por la gente para encontrar la salida el olor a alchool me daba arcadas. Me sentía extraño, conmovido, excitado. Mi cerebro estaba a punto de explotar de lo mal que me sentía en ese momento. Corrí a la puerta de la casa, para por fin salir de aquél infierno, y sin interrupción alguna, lo logre.

El aire frío me pegaba a la cara, por un momento me sentí tranquilo, pero esa tranquilidadme la arrebato mis pensamientos.

-Todo salío mal Rubén.- Me lamentaba.- Ya eres fichado como el marica del colegio.- Mis mejillas estaban humedas gracias a las lagrimas que salían de mis ojos. Estaba frustrado. De pronto sentí como mi bolsillo vibraba indicandome que había resibido un mensaje.

-Hola Rubén.- Era Lucas.- Solo te mandaba este mensaje para decirte que cuando vuelvas yo no estaré en casa, si quieres te pasas a donde Miguel, que hoy afortunadamente es su día libre, jajaja, bueno eso, ¡nos vemos en la mañana Rub!