Los miedos del pasado [PAUSADA]

Capítulo 2.

Mis tacones resuenan por el pasillo y me parecen más pesados conforme avanzo hacia la sala de reuniones. Justo cuando voy a abrir la puerta aparece Alice por detrás, me toca el hombro y me dedica una sonrisa de lo más confortable. No pienso más y entro a la sala. Hago un repaso rápido con la vista y veo a Rick el contable de Grey, Rose y al mismísimo Christian Grey. Christian abre los ojos como platos al verme, parece ser que no sabía que esta era mi editorial. De la sorpresa pasa a la confusión y de la confusión a la tensión, o eso parece. Me limito a dirigirles una sonrisa amplia y a fingir que no me duele.

-Buenos días.- Rose y Rick me responden de igual manera mientras que Christian sigue mirándome sin siquiera parpadear. Carraspeo la voz y prosigo. -Bienvenidos a mi editorial. Soy Anastasia Steele.

Me presento con educación aunque ya me conocen.

>>Sinceramente, no quiero vender mi editorial a ninguna empresa pero escucharé su oferta con mucho gusto señor Grey. En caso de aceptar, haréis los trámites con Alice, mi contadora. -Alice asiente educada y se sienta junto a mi.

Christian se levanta y comienza a andar hacia mí. Por un instante desearía poder ver esto cada día de mi vida pero enseguida me acuerdo de todo.

-Aquí tiene mi oferta, señorita Steele. -Pone más énfasis en su voz cuando pronuncia mi apellido y suelta unos papeles delante de mi. -No me puedo creer que todo esto, sea tuyo.

-Así es señor Grey. Casi todo esto -Hago un gesto con la mano, que también lo envuelve a el- es mío.

Le miro y sonrío. No voy a flaquear, no voy a llorar. Me duele en el alma tenerlo tan cerca después de tanto tiempo. No he dejado de amarle. Cuando creo que va a sonreír, aparto la mirada y empiezo a leer la oferta con Alice.

-Mm.. Sí, esto está bien.. Pero esto.. No sé. -Alice habla tan bajo que me cuesta escucharla. -Tenemos que considerarlo. -Declara ella en voz alta.

-En cuanto tengamos una respuesta segura, la comunicaremos. -Digo mirando fríamente a Grey. -Algo más?

-Estamos dispuestos a hacer algún cambio si es oportuno. Mi empresa quiere esta editorial, tiene un buen rendimiento y sus ingresos son elevados. -La voz de Christian me hace cosquillas en el vientre.

-De acuerdo, mañana le daremos una respuesta segura. -Le contesto seca y borde, demasiado. Se lo merece.

Todos nos levantamos de la mesa y Alice coge por mi los papeles. Rose se acerca y nos da la mano a modo de despedida,Rick hace lo mismo mientras Christian tiene su precioso ceño fruncido. Christian me pone una mano en el brazo y acerca su cara a la mía. No no no no. Por favor. Que no me bese. No. Pero en vez de besarme, inspira mi perfume y me da un leve beso en la mejilla. Lo suficiente para que todas mis entrañas se retuerzan. Sé que estoy roja, como siempre que se trata de él.

-Hasta pronto señora Grey. -Y sin más,sale de la habitación. De repente el afecto y la añoranza son cambiadas por la rabia. ¡¿Pero este quien se ha creído que es?! Viene a mi trabajo después de un año y medio sin verlo y se le ocurre llamarme señora Grey! Es un... Un... Gilipollas. Un auténtico gilipollas.

Alice me pone el hombro en la espalda y me reconforta, siempre lo hace. Mi rabia disminuye un poco y se esfuma al saber que en media hora salgo para recoger a mi pequeño Daniel de la guardería. Se parece tanto a su padre... Sus ojos grises, sus pequeños ricitos en su cabecita.. Es una copia de Christian pero espero que en el carácter se parezca a mi.

Recojo todas mis cosas y le doy instrucciones a Alice sobre el tema de la compra. Confío ciegamente en ella, tanto como en Kate. Ay Kate! Le echo tanto de menos.. Y sólo llevo sin verla una semana. Después de despedirme de las chicas y bajar a por mi té favorito, me dispongo a salir a por mi pequeño. El aire se me cuela por los huesos y me hace temblar. Me giro y observo mi editorial unos instantes. Tres plantas echas a base de ilusión y esfuerzo se esconden tras esa fachada de piedra. Es muy bonita, realmente me gusta como ha quedado. Aún recuerdo cuando..