Como Lluvia En El Desierto ©

Capítulo 7

"Narra Keylin"

Sentí como unos brazos me rodearon, con tal afecto que senti que mi corazón nunca habia sido lastimado. Jonathan me estaba abrazando... y rapidamente le correspondi.

- me asustaste mucho, Keylin - dejó de hablar y respiró profundo - pensé que me habias avandonado.

- ¿porque rayos pensaste eso? - me partió el corazón escuchar su voz quebrantada.

- es que todo fue tan exacto. Pense que te habias ido con el dinero...no es que desconfíe de ti, simplemente me deje llevar por lo que vi. - rompió nuestro abrazo y se sentó en una silla del comedor.

- perdoname... no era mi intención, es mas, me fui antes de que salieras del trabajo para regresar contigo... pero tu ni me notaste.- Keylin se fue acercando a la puerta y se recostó en el marcode esta. - al parecer estabas muy ocupado con esa chica.

-¿cual chica?- Jonathan parecia muy deshubicado del tema.

- a la pelirroja esa- grité enojada- te vi, Jonathan, vi como le coqueteabas.

-Key, yo no coqueteaba, simplemente soy amable en mi trabajo, no puedo ponerme serio al menos que quiera que me despidan por mala atención.

-como sea..- sali de la cosina no queria seguir discutiendo.

- Keylin... ¿estas celosa? - me voltie a ver a Jonathan. Que tenia una cara de inseguridad.

-¿como se te ocurre? ni celos, ni nada, niño, yo no soy celosa- si lo estoy aunque no tengo porque demostrarle eso.

- ¿me llamaste niño? - ¡oh por Dios! Estamos discutiendo ¿y se fija en eso?

- ¡eres insoportable Jonathan! - corrí hacia el cuarto, me encerré y me acosté en la cama.

Me sentía muy mal por haber tratado a Jon asi. Pero esque me sentia muy estresada por todo lo que habia pasado en el día... primero el con esa pelirroja y despues tiene que aparecer Kairo amenazandome. Esto es mucho para mi.

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Desperté por los rayos de sol en mi cara. Vi el reloj de mesa y eran las 7:18 am fui al baño e hice mis necesidades.

Cuando salí vi en la sala a Jonathan, estaba dormido en el sofá.
Que tierno se ve. Debo disculparme con el por la forma en la que lo traté, pero se ve tan lindo dormido, parece un bebé.

¡que locura Key! ¿de donde sacas tantas cursilerias? Concentrate mujer. Bien, tengo que pedir disculpas.

Me acerqué un poco mas al sofá y me senté en un ladito.

- Jony,... Jonathan- hable un poco bajo para no asustarlo.

- ¿que quieres? -dijo un poco frio. Bien. Eso me dolió pero me lo merezco.

- ¿no tienes que ir a trabajar hoy? - movi su cabello a un lado... lo tiene un poco largo.

- hoy es sabado, no voy a ningun lado. - dijo esto y se dio ,media vuelta dandome la espalda.

-Jonathan, por favor levantate, necesito que hablemos.- le rogué ya muy frustrada.

- hablemos mas tarde, Keylin, estoy muy cansado, dejame dormir.- esto era imposible ahora.

- bien pero si quieres descansar ¿porque no te vas al cuarto?-

Se levantó del sofá, sin dirijirme la mirada, pero yo lo vi, sus ojos estaban muy rojos, se fue al cuarto.

Si, esta muy enojado. Ni siquiera quiso hablar conmigo. ¿y que esperabas? ¿que te aplaudiera tu estupido comportamiento? Bien que te mereces su frialdad. Primer chico que te trata muy bien y tu lo desepcionas.
Caminé hacia la cosina y decidí preparar el desayuno. Anoche Jonathan no ceno. A de estar con hambre. Todo por mi culpa.

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Entré al cuarto y el seguia dormido.

- Jony levantate ya, es hora de comer, el desayuno está listo- no tuve respuesta no se movió. Caminé rapido hacia él. Estaba sudando mucho. Toque su frente y este ardia en fiebre.

- Jonathan, despierta, ¿que tienes? ¿que tepasa? - le grité asustada.

En ese momento el se levanto un poco y empezo a vomitar. Tenia sus ojos muy rojos.

-tengo mareos, Keylin, me siento muy mal...- estaba muy asustada. Lo levante a como pude y lo lleve al baño.

-tenemos que ir a un hospital, Jon, esto no es normal.- se apoyó en el lavamanos. Labo su boca. - ven, tenemos que ir.

Salimos de la casa, cerre con el seguro. Y esperamos un taxi. Le hice señas a uno pero iba ocupado, al momento pasó otro y este si se detuvo.

-buenos dias, señor, al hospital Alemán, por favor.- este asintio y empezó a conducir.
Jonathan se miraba muy mal. Me dolia el corazón al verlo asi. Tenia sus ojos cerrados y el seño fruncido.

Dios mio, por favor, curalo, sea lo que sea. No dejes que empeore...

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