Bueno, por dónde empezar. Tenía yo apenas unos 200 o 300 años cuando la vi por primera vez. Tan hermosa como siempre lo será. Con su cabello castaño claro recogido, sus intensos ojos verdes y su piel delicada. Sí, no había duda de que era terrible de hermosa.
Yo andaba en mi forma humana, pero como siempre, con mi cola rojiza de el verdadero animal que soy. No recuerdo si ella se paseaba por allí o si acompañaba a algún ahijado suyo, pero sí recuerdo cuando le hablé.
-Buenas tardes, señorita.
-Buenas tardes. ¿En qué puedo ayudarlo?- dice de forma muy práctica sin alzar la vista. No pude evitar reírme, y entonces me miró por primera vez con el ceño fruncido.
-Vamos, cariño, no debes ser tan formal conmigo. Al fin y al cabo, ambos somos sobrenaturales, ¿no?- dije dejando a un lado todas las formalidades.
-Habla más bajo, que te van a oír. No quiero que nadie se entere de que...
-¿De que sepan que eres un hada? Los humanos nunca se enteran de nada. ¿O es que crees que caen en las bromas Ancestrales por voluntad?- digo sonriendo. Baja la vista y disimula una sonrisa.- ¿Estas ocupada?
-No ¿Porqué preguntas?- dice alzando la vista.
-¿Te invito una taza de té? Por aquí cerca debe haber algún lugar...- digo tendiéndole una mano. Al principio duda y me mira insegura, pero al final toma mi mano y se deja llevar por mí.
Uso mi velocidad sobrenatural hasta llegar a lo profundo de un bosque cercano. Ahí se veía una casa rústica de madera de la cual salía un olor a galletas y leche chocolatina.
-¿Tu casa?- pregunta ella sin soltar mi mano. -aunque yo tampoco quería que la soltara-
-No. Es como un pequeño café ancestral. La que atiende es una golondrina, así que me cuesta no pedir huevos revueltos, ya sabes.- digo acariciándola con mi cola de zorro.
-Pues, vamos...zorro tonto.- susurra ella sonriendo.
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Ren: El zorro Ancestral
FanfictionBueno, es verdad que es muy emocionante la vida de una hada madrina, pero...¿Y yo? ¿Qué hay de mí? ¡Soy un Ancestral! ¡Sacrifiqué mi cola por...! Ejem, perdón. Es que aveces olvido que tenía una razón para esforzarme tanto. Para matar a Azalea, petr...