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-¡Kay! -La puerta se estrelló contra la pared estrepitosamente, di un pequeño salto de la cama hasta quedar sentada, mientras el libro que leía caía al piso. París entro en la habitación sonriente y haciendo un baile extraño. Lucia emocionada, mucho a decir verdad. -¡A que no vas a creerlo! Mis padres estarán en Nueva York todo el verano, mi madre producirá una película ahí.

-Me alegro, París. -Le sonreí sinceramente para luego inclinarme por mi libro que yacía en el piso.

-Pero viene lo mejor, mi padre compro una casa a las afueras de la ciudad para todos nosotros. Vamos a estar todos juntos después de mucho tiempo de no estarlo, Kay. –grito de la emoción, reí mientras me acostaba nuevamente en la cama, intentando retomando mi lectura.

-Tu verano será fantástico este año, te diviertes por mí. Yo en cambio tengo que ir a Boston con mamá y trabajar. –resople.

-No es así. Mira cuando mis padres me dieron la noticia pensé rápidamente en ti y les conté a ellos sobre ti, estarían encantados de que fueras conmigo, Kay, solo tienes que decirle a tu mamá. – cayó sobre mí en la cama, sacando todo el aire de mis pulmones, no podía articular palabra, ¿yo en nueva york? Por favor, no quería hacerme ilusiones. Pero a quien engañaba, quería ir.

-No lo sé... Yo... mamá necesita ayuda y lo último que ella necesita es que le pida más dinero para vacaciones. –recosté mi cabeza sobre la almohada viendo el techo, pensando en todas las posibilidades.

-Pero no lo ocuparas, Kay. Solo necesitas su permiso. –afirmo sonriente. Suspire, ojala fuera así de fácil.

++

Enrede el dedo en el clave telefónico del pasillo mientras me mordía el labio, me apoye en el otro pie y me recosté en la pared. Después del quinto timbrazo colgué. Al parecer mamá no estaba en casa. Resignada y con un nudo en la garganta volví al dormitorio, París aún estaba en su cama durmiendo tranquilamente, la melancolía me invadió y fue inútil parar las lágrimas porque estas ya salían de mis ojos sin permiso.

Me recosté en la cama y tome mi libro, si no podía escapar de la realidad físicamente, mi mente si lo haría.

..

Me senté en la cama cubierta de sudor, solté un suspiro y fue ahí cuando me di cuenta que estaba temblando todavía. Por la ventana apenas y entraba la claridad de la mañana, resignada me levante dispuesta a iniciar otro día de rutina.

A lo lejos escuche los timbrazos del teléfono público del dormitorio, me debatía si ir a contestar o no. Al final fui, soy de fácil convencimiento que puedo decir.

Levante el articular de la base y para cuando lo coloque en mi oído escuche una voz ronca y masculina decir- ¿París?

Me aclare la garganta, sintiéndome incomoda. –Um no, pero París es mi compañera de habitación, se encuentra dormida, si gusta llame en unos minutos.

-Claro, gracias, dile que habla su papá. –y antes de que pudiera decir algo, la línea ya estaba muerta.

..

Envolví mi cabello con una toalla seca y Salí al dormitorio, Paris ya estaba ahí, parloteando para ella sola y eligiendo ropa, cuando me vio paro lo que estaba haciendo y dio un grito emocionada.

-¡Más buenas noticias! Mi madre y mis hermanos vienen a la presentación mañana. –aplaudió emocionada, yo simplemente le sonreí, volviendo a mi tarea de estar lista para clases.

Apasióname | robert downey jrDonde viven las historias. Descúbrelo ahora