Confesiones por WhatsApp

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-- Te amo -

Su corazón dio un vuelco y no necesariamente de la mejor forma, ver esa sonrisa, sin ningún titubeo ni ningún tipo de "webeo" en lo profundo de la frase lo hacía sentir más culpable de lo que esperaba sentirse; el contacto de otra mano sobre la suya casi cristalizo sus ojos, ¿no podía pero, que le iba a decir?

-- Gracias. -Salió con un atisbo amargo del fondo de su garganta, algo que no quería en absoluto

Ver esos ojos por segunda vez regresar a su estado normal, quienes antes yacían rebosantes de amor, afecto y sinceridad ahora se veían expectantes y turbios, como si esperara una risa o algún tipo de broma

Pero jamás llego.

-- ¿Podemos irnos, weon? estoy cagao' de frio -El silencio se cortó abruptamente por la petición del moreno, quien ahora no podía quitar los ojos del suelo, se sentía la peor mierda de Chile, del continente, del mundo incluso; Emprendieron el camino de vuelta a la casa de Jaime más el camino se vio decorado del impetuoso silencio, ni siquiera incomodo (lo cual anhelaba en este momento) sino un silencio doloroso y culpable que llenaba su alma hasta el tope de su garganta.

Sus manos estaban frías, esperando un contacto humano sobre estas que tampoco llego; sus ojos solo vieron la espalda de su mejor amigo, su "pololo", quien no le dedico ni siquiera una mirada sobre el hombro.

Sus manos temblaron. Era una mierda, ¿no es así?

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Nicolás intentaba e intentaba pero sin poder recordar aquel momento "inolvidable" en que su mejor amigo se le había confesado, de esa manera tan repentina y para nada romántica del cual habían nacido estos sentimientos innegables al fondo de su agitado corazón, le hacía sentir algo homosexual pero ya no tenía argumentos contra ello; dejarse besar y abrazar por tu mejor amigo no era para nada hetero y ya lo tenía aceptado.

Reposo su fatigada mente contra los cojines del sillón, no tenía energías ni siquiera para subir hasta su habitación así que solo se dedicó a recordar, pensar y reflexionar en esos momentos, eso inocentes días en los que no tenía que preocuparse por qué hacer con el Jaime, que decirle para que siguiera creyendo esta farsa en la que yacía atrapado.

-- Y bien sean todos bienvenidos a esta nueva edición de JaidefinichonLIVE!; hoy día Lunes vamos a jugar una amistosa partida de Overwatch con los cabros!, si es que estos reculiaos se dignan a llegar los conchesumares -Rio por lo bajo aunque su mente los maldecía como nunca en su vida, se suponía que estarían todos para el comienzo del live, no siempre era así de desorganizado pero todos tenían cosas que hacer justo para ese Lunes, el Edgar tal vez atrancado en su baño, el Naiko posiblemente ayudando a su madre con algo y el Jaime, bueno, la pregunta se respondió por si misma al escuchar una voz conocida por sus oídos.

-- ¿Ya vamos a empezar? -

-- Miren quien se dignó a llegar poh -Se cruzó de brazos a pesar de que su compañero no lo podía ver, agradecía a los cielos que al menos uno de sus amigos había llegado y no tendría que hacerlo todo solo ni menos jugar con otras personas que no serían tan "buenos" como sus confiables compañeros de webeo.

-- Chuucha, ¿llegue tarde?, tuve que acompañar a mi vieja a una wea que quería hacer así que eso poh, ¿ya empezaste? -

-- Y voh que crei -No quitaba sus ojos de la ventanilla de twitter, al parecer la gente se encontraba bastante cómoda con que el live prosiguiera con solo 2 concursantes para la masacre de Overwatch, entre tantos igualmente sus irises captaban los avasalladores mensajes que naturalmente las fans hembras soltaban respecto al temido "jainico", algunos más obscenos que otros respecto a la ausencia del Naiko y el Edgar, los únicos que impedían a veces que floreciera lo más maraco de su ser con el susodicho Jaime.

Te amo, ¿es eso mi culpa? (JAINICO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora