Capítulo 1: El desconocido

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Soy Mallory Grace, tengo 27 años.
Estoy muy nerviosa, demasiado impaciente, confundida, ¿Por qué?. Con mi novio Brad, de 28 años nos casaremos dentro de poco. Vivimos en San Francisco, dentro de unas horas ensayaremos nuestra boda en Denver.
Viajando en mi camioneta por la carretera, voy hablando por video llamada con mi hermana Elena. Le dije...
-¿Compraste tus boletos para viajar a Denver cierto?
Y me respondió...
-Aún no, no lo haré hasta saber de que estés convencida de casarte
-Lo estoy.... Le respondí... Soy feliz con él
No estaba muy convencida de querer casarme. Avancé unos kilómetros más, dejé de hablar con mi hermana. La camioneta inesperadamente se detuvo, al parecer el motor falló. Lo tomé con calma, tomé un poco de agua que traía en mi botella y estúpidamente derrame el líquido sobre mi polera. Me bajé de la camioneta, me saque la polera (quedando solo en sostenes), y un hombre apareció detrás mío. Rubio, ojos claros, vestía con jeans y una camisa desabrochada, mostrando su tonificado cuerpo.
-¿Quien eres?
Me puse rápidamente la polera. Y me respondió
-Me llamo Christian, ¿Que le pasó a tu camioneta?¿Necesitas ayuda?
-Si por favor, no sé que le ocurrió
Christian se sacó la camisa, levantó el capot del vehículo, ajustó una que otra cosa y el motor volvió a funcionar. Me sentí muy aliviada.
-Muchas gracias, ¿Como puedo pagartelo?¿Te llevo a algún lado? ¿Tal vez dinero?
Él mira hacia adentro de la camioneta y ve mi vestido de novia.
-Al parecer necesitarás dinero tu, me conformo con las "gracias", que tengas una buena tarde.
-Okay, un gusto conocerte
Me subi a la camioneta y comencé a conducir, sentía que debía ayudar a ese hombre y me detuve. El hombre vio que me detuve y comenzó a caminar muy agradecido hacia la camioneta. Llegó y le dije
-Me hubiera sentido culpable el resto del camino
Me respondió
-Pero si ni me conoces
-Pareces buen hombre
Me sonrió
-Las apariencias engañan
Sentía que era buena persona
-Me arriesgare
Se subió a mi camioneta y comenzamos el trayecto. Se veía que era buen tipo, comencé a hablarle
-¿A donde te diriges?
-Al próximo pueblo, a un hotel
-Puedo llevarte, es lo menos que puedo hacer
-Hablame de tu futuro esposo
-Se llama Brad, tiene 28 años, es el tipo de hombre que lo da todo por una. En más en nuestra primera cita, alquiló un restaurant sólo para los dos
-Se nota que es todo un hombre... Me respondió Christian. Me miró como si quisiera coquetearme y me dijo
-¿No crees que es demasiado extraño que nos hayamos topado? Digo, que estés pasando por la carretera justo éste día a esta hora y se haya averiado tu camioneta, ¿Crees que sea el destino?
Lo miré con cara de asombro, ¡me estaba coqueteando!.
Me dijo...
-Tranquila, honestamente no te estoy coqueteando, de todas formas mi enorme pene no te cabría
Me preocupé bastante, lo miré con cara de susto, miedo, angustia, no lo sé.
-Perdon, no es tan grande, quizás si te cabría, sobre todo en esa boca, eso si me gustaría
Frene la camioneta bruscamente y le dije fríamente
-Bajate de mi camioneta ahora
-¿Por qué? Sólo estábamos conversando
Abrí mi puerta e intenté bajarme y éste me tomó del brazo
-Cierra la puerta, vamos a dar un paseo
En ese momento sacó un cuchillo, fue inevitable no llorar, cerré la puerta, encendi la camioneta y comencé a manejar. Comenzó a hablarme
-El hotel está a un par de minutos, nadie podrá molestarnos ahí
Llegando a una curva, me di cuenta que el hombre no tenía el cinturón puesto, yo sí afortunadamente. Pisé el acelerador a fondo, Christian trató de impedirlo, yo solo planeaba chocar contra la barrera pero desafortunadamente, el impacto de la camioneta destrozó la barrera y caímos por el acantilado.

El Psicópata De La CurvaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora