Capítulo 2: Sobrevivir

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Luego de unos minutos, desperté, mi camioneta se había volcado, mi cinturón me mantenía pegada al asiento, me desabroche y caí en el techo, habían vidrios por todos lados. Vi mi brazo, tenía un hueso salido en la parte de mi muñeca. Mi pierna izquierda quedó atrapada, la tenía en el asiento, quedé con la pierna elevada. Miré a todos lados para ver si podía ver a ese infeliz, no veía a nadie. Vi hacia afuera y estaba el cuchillo del hombre, estire el brazo y lo recogí, sorpresivamente, Christian apareció y vio que tenía el cuchillo. Me dijo irónicamente
-¿Por que hiciste eso?¿Querias matarme? Mirate, estas sangrando, te ves mal, deberías ir al hospital, lástima que estas atrapada, me quedaría a charlar pero me tengo que ir
-¡No, no te vayas, ayudame por favor!
Se fue, no tuvo piedad alguna. Anochecio, moría de hambre y sed, me quedaba un poco de agua, bebí la mitad y dejé un poco para el otro día. Tenía mucho frío, solo estaba con una polera, al otro día desperté y tenía hormigas en todo el cuerpo, tenía picaduras, empecé a agitarme para espantarlas, pero lo que conseguí fue hacerme heridas en la pierna que estaba atrapada, al menos las hormigas se habían ido. Regresó Christian, con agua y comida, se sentó al lado de la camioneta
-Me quedé en la casa de Susana, una joven, vive con su familia, anoche estuvimos de fiesta, fue super divertido, traje un poco de comida
-Por favor, necesito agua y comida
Comenzó a comer y a beber delante mío, ¿Creen que me dio? No, no lo hizo.
-¿Pasaste bien la noche Mallory? Tienes mala cara, deberías dormir
Volvía a irse, horas mas tarde se hacia de noche, busqué entre las cosas que había en la guantera y encontré un encendedor, amontone papeles y amontone el vestido, prendi el encendedor y me hice una fogata al lado de la camioneta, cerré los ojos y sentí que algo caminaba en mi estómago, abrí los ojos y había un ratón, comencé a gritar para espantarlo pero al parecer él no estaba asustado, al menos se bajó de encima mío, pesque el cuchillo y se lo enterré en la cabeza. Moría de hambre, algo tenía que hacer, así que abrí el ratón con el cuchillo, tomé una varilla, le hice una punta con el cuchillo y puse al ratón, atravesando el palo por la mitad de su cuerpo, lo acerqué a la fogata, lo calente un par de minutos y me lo comí, con mucho asco, con náuseas pero uno en momentos de desesperación hace cosas que ni te imaginas. Me bebí toda el agua, no dejaba de sentir restos de pelos del ratón en mi lengua y entre los dientes, al otro día llegó Christian, vio la sangre y la cabeza del ratón
-Al parecer no soy el único que estuvo de fiesta anoche, la pasé muy bien con Susana. ¿Que eres capaz de hacer para que te ayude?
No quería seguir ahí, quería volver a mi casa, estar con mi familia, indudablemente le dije...
-¡Lo que sea!, pero por favor ayudame
Sacó una bolsa y en ella tenía un martillo, una pistola dispara clavos y un serrucho, me pasó el serrucho
-Usalo, si quieres vivir, usalo
Confundida le dije
-¿Que?, esto no podrá cortar la puerta
-La puerta no es lo que tienes que cortar
Me sonrió malvadamente, se refería a que me tenía que cortar la pierna
-¡No puedo hacerlo!
-Entonces morirás aquí, me tengo que ir, buenas noches
Pasaban las horas, moría de sed, moría de hambre, moría de ganas de ir a orinar, asi que puse mi botella, me posicioné y orine en la botella y adivinen, tuve que beber mi orina, me dio mucho asco, pero no tenía de otra. Para suerte mía comenzó a llover, tomé una bolsa y la puse hacia afuera y se llenó de agua, llene la botella y bebí la mayor cantidad de agua posible. Divisaba un auto detenido arriba en la carretera, comencé a gritar y a tocar la bocina, se bajó un hombre, bajó la quebrada y llegó a la camioneta, era Christian.
-Vine a despedirme, habrá un diluvio, no saldrás de esta
Empecé a tocar la bocina de la camioneta
-Es inútil Mallory, no hay gente
Escuché que un auto iba pasando
-Pues no es lo que estoy escuchando
Le enterré el cuchillo a Christian, en el brazo y éste entró a la camioneta, le quité las llaves y se las lancé lejos y cayeron en el agua, el diluvio ya había comenzado.

El Psicópata De La CurvaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora