Candela
Nerviosa de salir fuera. Ayer el Señor Tayler me besó, me arreglé antes de salir. Estaba ahí sentado leyendo el periódico ¡Dios lo amo!
¡Que es tú jefe!
¿Enserio? ¡Si ayer me besó!—Buenos días Señor Tayler. Le salude.
—Buenos días Candela. Me saluda.
Entonces el Señor Tayler se levanta y me da un besó ¡Amo sus besos!
—Llámame Liam. Dijo Liam al separarnos por falta de aire.
—Como quieras Liam. Dije.
—No quiero ir a trabajar quiero quedarme contigo. Dijo Liam.
—Debes ir a trabajar además tengo que ir al psiquiatra. Dije.
—Candela cuando estés preparada me lo dices. Dijo Liam.
(...)
Esperando en la salita de la Doctora Frank. En la salita está las mismas personas del otro día.La puerta se abre y de la puerta sale la paciente de la Doctora Frank.
—Candela puede pasar. Dijo la Doctora Frank.
Entre a la consulta de la doctora Frank me senté en su sofá azul marino y la Doctora Frank en su sillón.
—Candela Cuentame ¿Cómo va tú trabajo? Preguntó la Doctora.
—Me va bien. Dije.
—¿Y las pesadillas? Pregunto la Doctora.
—Ya no tengo pesadillas. Dije con una sonrisa.
—¿Has conocido a alguien? Pregunto la Doctora.
—Si, bueno es mi jefe que me hace sentir especial y querida. Dije con una sonrisa.
—¿Ya sabes su nombre? Preguntó la Doctora.
—Liam Tayler. Dije.
—¿Y tu hermana? Preguntó la Doctora.
—Mi hermana sigue siendo la triunfadora con el marido perfecto y vida perfecta. Dije.
—¿Por qué piensas eso de tú hermana? Preguntó la Doctora.
—Ella es la que término la universidad y encima una de las más importantes del país y yo no terminé la universidad. Dije.
—¿Te hablas con ella? Preguntó la Doctora.
—Si. Dije.
La Doctora mira el reloj de su mano izquierda.
—Se pasó la hora. Dijo la Doctora.