Owachy

Mordida

Título: OWACHY

Autora: Clumsykitty

Fandom: MCU Avengers (Post Civil War)

Parejas: Angustioso Stony

Derechos: Marvel se queda con todo como en la pirinola.

Advertencias: historia de terror, no apta para corazoncitos tiernos susceptibles de historias de horror con sustos a la vuelta de la esquina. Basado en la antología de cuentos del maestro Stephen King "Pesadillas y alucinaciones", y la película "Babadook", principalmente. Sobre aviso no hay engaño.

Gracias por leerme.

Mordida.

Please, please forgive me,
But I won't be home again.
Maybe someday you'll look up,
And, barely conscious, you'll say to no one:
"Isn't something missing?"

You won't cry for my absence, I know
You forgot me long ago.
Am I that unimportant...?
Am I so insignificant...?
Isn't something missing?
Isn't someone missing me?

Missing, Evanescence.

Tres meses después de la Guerra Civil...

El frío golpeaba su rostro recién descubierto, aumentando el dolor de sus huesos, la rigidez de sus músculos con el sabor de la sangre inundando su boca. Agonía. Traición. Un escudo levantándose en lo alto, una estrella maltratada por un fiero rasguño brillando por la débil luz polar. Sus manos cruzándose sobre su rostro, esperando el inminente golpe fatal. Dolor. Tanto dolor. La armadura crujiendo violentamente ante el choque del escudo contra su reactor, empujando contra sus costillas que se quejaron por la presión, amenazando con romperse. Soledad. Abandono. Tony abrió sus ojos ante el sonido de su alarma, con un respingo al mismo tiempo que se llevaba una mano al pecho, asegurándose de que no había reactor ni tampoco escudo queriendo destruirlo. Sus ojos se quedaron clavados en los números rojizos de aquel aparato comprado en una calle cualquiera por un mero gusto cualquiera. Para salir de la rutina, para olvidar.

Viernes hablaba, siempre lo hacía, pero él no escuchaba. Permanecía mirando aquellos números sobre fondo negro hasta que la alarma se apagaba, girándose al fin para quedar boca arriba, mirando un techo pulcro como fino que dejaba ver los primeros rayos del sol anunciando un nuevo día que le pedía levantarse de la cama. Después de unos minutos con la mente en blanco terminaba saliendo de las sábanas casi arrastrando los pies hacia el baño. El espejo decía que no dormía, no quiso debatirle. La música atenuada por las paredes era el signo inequívoco de Visión preparando el desayuno, tiempo para salir de la recámara completamente arreglado, listo para continuar en lo que mejor sabía hacer: ser nadie. Tony Stark, el genio, filántropo, millonario, playboy, quien lo poseía todo pero al mismo tiempo no tenía nada.

Le esperaba un café, fruta picada, pan francés y un par de huevos fritos. Dio gracias de manera mecánica antes de sentarse a desayunar, escuchando las noticias por una pantalla que Viernes desplegó. Los Acuerdos de Sokovia seguían en el itinerario de los noticieros, junto con la repetición de los eventos sucedidos desde Lagos hasta la fuga de los prisioneros de la Balsa. Intermedio con entrevistas al famoso Hombre de Hierro, el Secretario de Estado, las víctimas de la Iniciativa Vengadores. Debates sobre las razones para oponerse o apoyar los Acuerdos por expertos y otros no tan expertos en la materia. Parodias musicales. Críticas. Visión prefería cambiar a canales sobre gastronomía o películas para hacerle preguntas. Prácticamente era su único tema común de conversación. Lo demás era silencio como en el resto del complejo, salvo las charlas esporádicas con el Coronel Rhodes cuando llegaba luego de sus terapias.