Owachy

Rechazo

Título: OWACHY

Autora: Clumsykitty

Fandom: MCU Avengers (Post Civil War)

Parejas: Angustioso Stony

Derechos: Marvel se queda con todo como en la pirinola.

Advertencias: historia de terror, no apta para corazoncitos tiernos susceptibles de historias de horror con sustos a la vuelta de la esquina. Basado en la antología de cuentos del maestro Stephen King "Pesadillas y alucinaciones", y la película "Babadook", principalmente. Sobre aviso no hay engaño.

Gracias por leerme.

Rechazo.

I know I can't take one more step towards you
'Cause all that's waiting is regret
Don't you know I'm not your ghost anymore?
You lost the love I loved the most

I learned to live half alive
And now you want me one more time

Jar of hearts, Christina Perri.

Tony estiró sus dedos, con su brazo en línea recta dirigiéndose al techo con él tumbado sobre la cama del hotel en donde se encontraban. Podía sentirlo. Cada célula de su cuerpo quejándose ante un esfuerzo sobrehumano, rechazando lo que no le era propio, agonizando ante la derrota. Encogió sus dedos, formando un puño que dejó descansar sobre su pecho con la vista fija en el ventilador moviéndose apenas con la luz de la elegante lámpara encendida y cuya luz titiló en cuanto se fijó en ella. Llevó su mano izquierda que había reposado en la cama hacia su pecho, acariciando con la mano contraria aquel guantelete de restricción. Desde que lo usaba las cosas estaban mejor, si tal palabra tenía ya cabida en su vocabulario. Suspiró al hallarse de nuevo pensando así, prefiriendo cerrar sus ojos por unos minutos antes de buscar a ciegas los lentes tirados en la cama, colocándoselos antes de ponerse de pie y salir de ahí.

La luz del sol era hermosa, cálida sobre su entumecido cuerpo. El viento siempre era generoso refrescando su agobiado rostro, acariciando con el aire sus mejillas en ocasiones húmedas por las lágrimas. Ya no había tantas. A veces la lluvia ayudaba a borrarlas, perdiéndose en el suelo por el que caminaba en dirección a un nuevo destino. Tenía una cita con Peter, no recordaba cuando pero Viernes sin duda le diría a tiempo, era muy entretenido hacer ese pequeño acelerador para el chico, escucharle reír o comentar sus aventuras de adolescente no se diga aquellas relacionadas con su identidad como Hombre Araña aunque todavía ni se saliera la barba. Peter era muy amable, siempre teniendo una sonrisa para él, frases de aliento como ese bendito pay de queso que compraba en una tienda de baratijas y que en honor a la verdad sabía muy bien.

Buenos Aires le atrajo, paseándose por sus calles de corte antiguo con los argentinos discutiendo de fútbol o de política con esa pasión llena de tango y buena carne. Nueva Delhi fue toda una hazaña considerando esos paseos en elefante por la selva, a costa de que uno que otro tigre fuera a salirles al paso, pero su ambiente místico-urbano también le distrajo mucho. Ontario les abrió los brazos con un viento frío más con el recibimiento cortés propio de sus habitantes, un increíble aroma a pino fresco y la tranquilidad de un lugar pacífico pese a ser una ciudad. Festival del Maple, imperdible. Kyoto fue tan apabullante con sus colores, ese silencio zen de sus castillos y calles, los árboles de cerezo, las geishas paseándose. Madrid le encantó por la viveza de sus colores, el crisol de europeos conviviendo entre palacios como edificios modernos con flamenco y buen vino. Jamás creyó que el mundo tuviera tanto que ofrecer, y debía agradecerlo a Montana.