Montana

1.3K 168 20
                                    

Título: OWACHY

Autora: Clumsykitty

Fandom: MCU Avengers (Post Civil War)

Parejas: Angustioso Stony

Derechos: Marvel se queda con todo como en la pirinola.

Advertencias: historia de terror, no apta para corazoncitos tiernos susceptibles de historias de horror con sustos a la vuelta de la esquina. Basado en la antología de cuentos del maestro Stephen King "Pesadillas y alucinaciones", y la película "Babadook", principalmente. Sobre aviso no hay engaño.

Gracias por leerme.



Montana.

Hoy estoy buscando la mejor manera de decirte adiós
y al mirarte siento que el dolor despierta en mi corazón.
Hoy mis ojos miran como tantas veces este otoño gris
hoy te estoy pidiendo que a pesar de todo seas feliz...

Balada para una despedida, José Luis Perales.


El frío golpeaba su rostro recién descubierto, aumentando el dolor de sus huesos, la rigidez de sus músculos con el sabor de la sangre inundando su boca. Agonía. Traición. Un escudo levantándose en lo alto, una estrella maltratada por un fiero rasguño brillando por la débil luz polar. Sus manos cruzándose sobre su rostro, esperando el inminente golpe fatal. Dolor. Tanto dolor. La armadura crujiendo violentamente ante el choque del escudo contra su reactor, empujando contra sus costillas que se quejaron por la presión, amenazando con romperse. Soledad. Abandono. Tony abrió sus ojos ante el sonido de su alarma, con un respingo al mismo tiempo que se llevaba una mano al pecho, asegurándose de que no había reactor ni tampoco escudo queriendo destruirlo. Sus ojos se quedaron clavados en los números rojizos de aquel aparato comprado en una calle cualquiera por un mero gusto cualquiera. Para salir de la rutina, para olvidar.

No, no, no, no, no, no.

No había ningún jodido reloj en ninguna parte.

Mamá le perseguía por la mansión con esa cosa llamada cámara grabándole sus risas locas casi de hipos, abrazando su osito del Capitán América en un milagroso acto de equilibro al tener sus piernitas tan torpes para semejante tarea. Bambino, bambino. Le dieron vuelta a la mesa del comedor, a los sillones hasta que terminó estampado contra la fina tela de un pantalón. Oh, oh. Papá. Sus ojos duros cayeron en él, preguntándole por qué había tenido la osadía de tomar aquel peluche, no era un juguete para niños, era un objeto de colección. Mamá se enojó con papá y dejó la cámara para ir a defenderle. Papá le quitó el osito. No era digno del osito, jamás lo sería. Capitán América era algo grande, un niño tonto y llorón como él nunca estaría a su altura.

No, no, no, no, no, no.

No había mamá o papá en ninguna parte, ni osito.

De nuevo le sujetaron por el cuello, casi enterrando sus uñas sucias en su piel maltratada antes de sumergirle en el cubo de agua fría casi congelada hasta que comenzó a patear, sacándole a poco de que se ahogara. Todos se reían. Un puñetazo vino a nublar una vez más su vista. De vuelta al agua, le dejaron más tiempo para que entrara un poco a sus pulmones. Carcajadas al caerse al suelo, tosiendo el líquido manchado al mezclarse con su sangre. Aspiró aire al fin, algo reseco por la arena sobre la que su rostro descansaba entre temblores, percibiendo un silencio inquietante. Un chasquido, el aroma inconfundible de cables eléctricos recibiendo una carga. Abrió sus ojos a tiempo para ver uno de los terroristas sonreírle con dos pinzas que levantó a la altura de su rostro. Suplicó. En verdad que suplicó pero de todas maneras le electrocutaron.

OwachyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora