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El collar del rubí resplandecía en medio del pecho semi-descubierto de Luhan, hacia perfecto juego con la camisa de color rojo en seda que escogió. Su figura masculina resaltaba con su toque de elegancia que fácilmente sobresalía con el abrigo negro y demás pequeños detalles que componían a ese joven. Sería demasiado imposible pasar desapercibido esa noche.

En ese momento se encontraba en una limosina negra de siete puertas, camino a lo que se supone sería el desenlace de todo esto, por fin sabría porque él estaba ahí, tendría las respuestas a sus preguntas.

Tenía miedo, ansiedad, miraba por la ventana de la limosina y se sorprendía de lo deslumbrante que lucía Tokio nocturna, pero más aún, le sorprendía que al parecer no se dirigiera a ningún lugar ordinario de aquella ciudad, cada segundo que pasaba los lugares eran más y más lujosos, hasta que por fin se detuvo el vehículo.

El corazón de Luhan estaba sobre exaltado, pensaba que se le saldría de su pecho, ¿con que se encontraría?

Ya le había dejado de temer a la muerte, él había estado muriendo durante todo ese lapso de tiempo que estuvo con la duda, la soledad y el dolor desde lo ocurrido. Ahora lo que le preocupaba era que lo que se encontrara fuera peor que la muerte, pero, ¿Qué podría ser peor que eso?... En todo caso le habían casi prometido que se encontraría a su madre, la vería por fin. No sabía si viva o muerta, si amordazada, torturada o en pedacitos, su mente lo llevaba a imaginarse tantas cosas que si no detenía ese estado paranoico en el que estaba cayendo perdería el equilibrio rápido.

Esa noche después de lo ocurrido despertó en su habitación en la cama matrimonial con una nota que le decía lo que debía hacer y unos cortos detalles a lo que debería atenerse, cosas como "usa lo que te hemos dado", "verás a tu madre" y "no temas de no poder reconocer a nadie del lugar".

Sería el momento más largo de su vida.

Los guardaespaldas le abrieron amablemente la puerta y le invitaron a salir de la limosina, asomó su cabeza y se encontró con una puerta de cristal con marco dorado, era un gran salón de ceremonias, se puso de pie mirando detalladamente cada parte del lugar con curiosidad. Pisó el suelo fuera de la limosina y se dio cuenta de la alfombra roja que se desplegaba hasta adentro de aquel lugar formando perfectamente el camino por el cual debía dirigirse hacia dentro. Maldecía sentirse tan nervioso y se estaba arrepintiendo de estar ahí, ¿no pudo quedarse encerrado en el apartamento?... No, lo hubieran sacado a la fuerza... ¿Qué iba a hacer para disimilar sus emociones?, era lo que más le preocupaba.

Un hombre se le acercó por su espalda.

- Su madre debe estar orgullosa de tener un hijo como usted – esa voz. Luhan se giró y vió al señor detrás de él, de piel blanca y ojos marrones, de 1.70 de estatura. No podía decir más, él se encontraba sosteniendo dos copas con lo que era vino tinto, pero lo más extraño, usaba un antifaz que le cubría gran parte de su rostro. Bajando su mirada de nuevo al vino, este capto su atención.

Reconocía su calidad a kilómetros, su vino favorito siempre fue de esa clase, le era placentero tomarlo mientras solía leer libros en el despacho de su padrastro desde que tenía quince años y él le permitiera hacer eso. El hombre le ofreció la copa de la mano derecha y él aceptó sin dudarlo, aspiró su esencia por sus fosas nasales creándole un nudo en la garganta de lo perfecto que estaba. "Jerez"... "cosecha del 80"... reconocía esa esencia, casi un experto con su sentido del olfato, y un profesional en reconocer el vino de sus sueños.

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Lo atrapó olfateando el vino, viéndolo confuso y pensativo, analizándolo. Le dio gracia como arrugaba su nariz tratando de entenderlo. Entonces recordó aquella discusión con su ya difunto padre, quien siempre lo obligó a ser audaz y dedicó su paciencia explicándole la calidad de las cosas y como siempre obtener lo mejor, desarrollando su talento de siempre elegir lo que más le convenía. Habilidad que incluso uso para conquistar a la madre del joven que estaba frente a él haciendo caras raras.

Corazón de Rubí -Hunhan/EXO-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora