-¿Señora Casio?
Sam algo confundido, mira a la mujer frente a él.
-¡Oh! Has crecido, pequeño Sam.
Los chicos miraron incrédulos al muchacho de cabello color castaño.
-Chicos –empezó Sam, saliendo de su sorpresa-, ella es Casio, una vieja amiga, me cuidaba de chico cuando mi madre trabajaba.
Los cinco exclamaron un "Ohh", aun incrédulos por el hecho de que Sam conozca a la mujer que vive en medio de la nada.
Sam frunció el ceño.
-Solo que desapareció...
Casio pareció reaccionar ante las palabras del chico y sonrió, moviendo la mano en un intento de quitarle importancia.
-¿Chicos tienen sed? –Dijo Casio, haciéndoles seña para que pasen adentro de la casa.
Luca mira a Sam y este se encoje de hombros, tratando de decirle que no había nada que temer. Todos acceden y entran a la casa.
Por dentro, para sorpresa de todos, era muy bonita, las paredes eran de un bordo tenue, adornadas con cuadros de dioses griegos, de los cuales Bruce identificó solo unos pocos. Alrededor, muebles de roble tallado con escrituras raras.
Casio les indica que tomen asiento mientras les sirve limonada.
-Su casa es muy acogedora –indica Elizabeth, tratando de ser amable.
-Gracias, me ha costado bastante acomodarme en un solo sitio, ya que me he mudado varias veces.
Zuro, ajeno a la conversación, cruza sus brazos sobre la mesa, apoya su cabeza en ellos y se duerme al instante.
- Querida ¿A ti qué te gustaría tomar? –pregunta Casio a Kath.
-Me duele algo la garganta ¿Podría ser un té? –Ante la mirada de desaprobación que le mostró su hermana se aclaró la garganta y agregó- Yo lo preparo.
-No, deja, yo lo preparo –dice Casio mientras pasa a la cocina.
Kath la sigue, la mujer estaba llenando la tetera de agua, y ve con asombro como Casio chasquea sus dedos y se prende la hornalla.
-Un día casi exploto la casa –comenta Casio mientras sonríe.
-¿Como hizo eso?
-Toda mujer tiene sus secretos.
Varios minutos después la tetera rechina por el vapor, la mujer toma la tetera del fuego; estaba por preparar el té de Kath pero se detiene en un movimiento brusco y mira por la pequeña ventana, frunciendo levemente el ceño.
-¿Ocurre algo...?
-No –responde rápidamente-. Es solo que... No, no es nada –termina de preparar el té de Kath y voltea a mirarla, con una sonrisa que Kath noto era forzada-. Vamos con los demás, querida.
Al llegar al living, vieron a los demás sentados charlando mientras que el incoherente de Bruce, buscaba señal en el medio del campo.
Kath se sienta junto a Casio, ocupando los dos últimos lugares libres. Cuando estaba por agradecerle, noto que la mujer estaba completamente seria.
-Díganme chicos ¿Cómo fue que llegaron aquí?
Luca respondió que habían seguido a Kath ya que al estar enojada huyo hacia ese lugar, Kath avergonzada conto que luego de eso se perdieron y caminaron sin rumbo hasta ver la casa.
-Ya veo... Cuando la gente pasa por aquí no presta atención a mi casa; normalmente nadie puede verla.
Los chicos se quedan callados, sin entender a que se refería Casio.
Entonces Zuro despierta de golpe, se para tirando la silla y mira por la ventana.
-Algo se acerca –dice nervioso.
-Estas en lo correcto, muchacho –afirma Casio-. Y son muchos.
En ese instante, los cuadros de la casa comienzan a vibrar, los vasos con limonada se derraman sobre la mesa y el piso tiembla.
-Ya es muy tarde –escuchan susurrar a la mujer.
Entonces se escuchan varias explosiones cerca de la casa, todos tapan sus oídos en un intento fallido de tapar el estruendoso sonido que llega desde afuera.
Luca toma rápidamente a la Elizabeth entre sus brazos, cubriéndola en cuanto las paredes comienzan a desmoronarse.
Zuro ve por la ventana un destello acercándose a la casa, antes de que la casa estalle, sienten una presión que los ahoga y contrae contra el suelo, sumiéndolos en un silencio ajeno a la situación de afuera.
Ven como, junto a ellos, la casa explota pero sin hacerles daño, notan que están en un campo de fuerza que los mantiene a los seis encerrados y seguros.
De repente una explosión más fuerte rompe con la calma creada por el campo, expulsándolos contra las ruinas que antes eran la casa.
Se levantan a duras penas, los oídos les zumbaban y tenían la vista borrosa.
Ven la figura de la mujer tendida sobre las rocas.
La adrenalina se apodera de sus cuerpos y sienten un poder extraño dentro de ellos, incitándolos a levantarse a penar de estar malheridos.
Correr hacia la mujer.
Sam sostiene a Kath a mitad de camino cuando ella casi cae por la onda expansiva de una nueva explosión a lo lejos, la cual hizo que la poca estructura de la casa que seguía en pie caiga sobre el cuerpo inerte de Casio, dejando inmóvil sus piernas,
Bruce y Zuro llegan primero, y se arrodillan junto a ella.
La mujer respiraba con dificultad, sangre salía de una herida en su estomago; Zuro rompió su camiseta y presionó la herida, intentando detener la hemorragia. En cuanto los demás llegan, retiran las rocas que estaban sobre Casio, quien estaba muy mal herida, sin entender porque se sentían tan excitados. Alrededor caían mas destellos los cuales explotaban al llegar al suelo, causando más daño con la expansión.
Bruce observo todo dentro del límite de su visión, buscando de donde venían los destellos, pero estos parecían venir de todas direcciones; Zuro –quien seguía deteniendo la hemorragia- junto con Luca, levantan despacio a Casio para sacarla del lugar de fuego.
Correr lejos de la casa y tratan de ocultarse tras una colina de rocas.
Elizabeth sostenía fuertemente la mano de su hermana; miro a Luca, los ojos de la chica mostraban desesperación y miedo.
-¿Qué está pasando?
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Seres [Unidos somos más fuertes]
خيال (فانتازيا)Los países tienes mitos y leyendas, pero no éste; todo empezó con un viaje espontaneo, en donde unos amigos descubren un secreto oculto, una historia que cambiara sus vidas y sus destinos para siempre.