Los dos en el coche.
Ella escuchando su canción favorita,
mirando por la ventanilla, sintiéndose sola, sola y triste,
pensando en sus sueños de futuro,
sueños maravillosos y que con lo fuerte que es,
podrían hacerse realidad.
El conduciendo firme,
mirándola sin ninguna mueca bonita en la cara,
mordiéndose el labio inferior y tal vez,
solo tal vez,
pensando en no perderla nunca a la vez que colocaba su mano derecha sobre la de ella.
Como agarrándola para no soltarla jamas.
Ella se sorprende, no lo esperaba.
De repente,
en su mente se para su canción favorita junto con todos sus sueños.
Simple mente se dedica a mirarlo y dedicarle una pequeña sonrisa forzada para después sacar el brazo por la ventanilla,
como atrapando el aire con su pequeña mano,
como pidiendo al aire su libertad.
Y, con la cabeza lo más pegada posible a la ventanilla y ligeramente inclinada hacia las estrellas,
como pidiéndole algo al firmamento, como si el ya la hubiese perdido.