Después de a ver escuchado todo lo que decían sus labios, todas las historias que habían ocurrido en esa casa, miraba todo de otra manera.
Era una casa llena de tragedias.
- ¿Te fuiste.. De esta casa por miedo?
- No.. Bueno en parte, pero no le digas a nadie que te he contado todo esto.
Se levantaba después de decirme eso con algo de inseguridad, mirándome de reojo con sus ojos tan brillantes como cuando entro en el cuarto por primera vez. Aunque pareciera apagada, parecía que algo se mi la había hecho sentir viva.
No obstante, no entendía la razón del miedo, del secreto de esta casa.. Daba miedo, pero quizás, tenia yo un gran error y era que me amaba ese tipo de miedo, aunque pareciera una miedosa.
Me pude levantar gracias a ella, ya me encontraba mucho mejor, pero el contacto con ella me ocasionaba un poco de malestar.
En el momento en que estaba de pie y algo apoyada en Violet. Ben, su padre abrió la puerta con mucha ímpetus.
- Deberías a verme avisado, solo tenías que hacerla bajar Violet.
- Señor Harmon, Violet subió y me encontraba mal, ella se quedo conmigo para cuidarme. Perdón por las molestias...
Él me miro y suspirando agitando la cabeza lentamente, luego me lanzo una mirada decisiva.
- Vayamos al sótano, allí sera esta sesión.- nos ordenó el, ya yendo para allí.
Antes Violet, me miro y sonrió, me acompañaría, para que no me diera otro bajón, yo le dije a ella, que estos días estaba mas débil de lo normal. Eso hizo brotar una mueca de preocupación en ella.
Fuimos al mencionado, sótano, bajando las escaleras, me fui dando cuenta, de la mala vibración que daba aquel lugar. Me tape la nariz para evitar estornudos ya que el sitio estaba lleno de polvo. Se notaba mucha frialdad en el lugar, y a penas podía yo ver.
Ben encendió una vela, para aclarar la visión y nos llevo a una sala en concreta. No había nada o eso pensaba yo hasta que vi a un bebé en el suelo.. Me quite de Violet, me acerque a este, cogiéndolo y admire su ternura de bebé.
Pero... Me fije en un ligero detalle y era que ni respiraba, ni tenia pulso, esa era la razón de porque el bebe no estaba nada cálido.
Mire a Ben, muy asustada, decía que me encantaba el miedo, pero tener un bebé muerto encima, me provoco un gran escalofrío.
- La terapia de hoy consiste en hacer volver a la vida a ese bebé...
-¿Por que esta un bebé muerto aquí?
Violet, agacho la mirada y se acerco a mi lado apoyando mi mano en mi hombro.
- ¿Puedes hacerlo no? Así afrontarás tus miedos...- en ese momento no sabía porque ella lo sabía, si habíamos acordado que no lo debía de saber nadie.
- ¿No lo debía saber nadie..?- le pregunte a Ben con el bebé aún en brazos.
Él se acerco a mi, quitando a Violet de mi lado.
- ¡Demonios! Eso no es lo que importa Katherine. Sigue las patuas...
En ese momento, tonta de mi. Cerré los ojos, y concentre mi poder en aquella criatura. Y me di cuenta que mi poder actuaba sólo, a penas me estaba dañando a mi misma. Notaba alguna que otra punzada en mi corazón pero al abrir los ojos... El bebe "muerto" empezó a llorar.
Salte del susto, nunca había pasado, Ben cogió el bebé y caí al suelo. Sentí como una ola de calor se apoderaba de mi cuerpo, parece que lo peor vendría después del milagro.
- Jeffrey esta vivo..- pude escuchar de una mujer que se ponía detrás de Ben mirando al bebé como si fuera suyo, como si fuera hijo suyo y de Ben.
Aunque no podía hacer caso de mis ojos ya que me entraba un mareo que me estaba desvaneciendo lentamente hasta caer.
Hasta ahí pude saber, ya que después de eso, de nuevo estaba en mi cama. Mi hermana me ponía una pequeña toalla en la cabeza.
- Alisson, ¿que paso?- le pregunte y esta me acomodaba la almohada, después de todo se preocupaba mucho de mi como yo de ella. Aunque demasiado hacía para ser solo una cría.
- El señor y su hija te dejaron aquí, y no supe mas nada de ellos. Solo que tú... Te desvaneciste por una bajada de tensión.- esa mentira ultima de mi hermana, no se lo creían ni ellos pero tampoco podían decir: "Tu hermana desvaneció por revivir un bebé"
Todavía no podía creerme que eso hubiese pasado, ya me encontraba mejor y me quite la toalla.
- Vete con Moira- no se como pudieron salir de mis labios decir el nombre de esa señora que ni siquiera sabia de donde venía. Ella me obedeció sin decir nada ni poner ninguna queja.
Mire al techo, cerrando los ojos y solo podía ver a ese bebé llorando y escuchaba simplemente sus gritos vivos.
- No debiste hacer eso.- al escuchar esa frase de una voz que no había escuchado nunca, me intente incorporar y mirarlo a los ojos.
Era aquel chico... El rubio con pintas de rebeldía pero a la vez expresaba la misma ternura que un chico pequeño.
Estaba en frente mía, mirándome muy serio, clavando los ojos en mi como la otra vez.
- ¿Quien eres? ¿Como entras? ¿Que quieres de mi? ¿Como sabes que sé hacer...? - empecé a dispararle una pregunta tras de otra, él cogió aire, se acerco mas a la cama y gateo hacia a mi, yo permanecía sentada observándolo.
Estaba a centímetros de mi rostro, me incomodaba esa situación, estaba muy sonrojada pero no podía hacer nada, sólo mirar sus ojos y ver que no se parecía en nada en mi. Acerco su mano para acariciar mi melena pelirroja.
- Responde a las preguntas.- este miro a mis labios y poso su índice sobre ellos.
- No nos conocemos de nada.- le susurré algo "molesta" apartándome un poco pero choque con la cabecera de madera, por el nerviosismo que me ocasionaba tener a ese chico en frente mía y de tal manera.
- Eso es lo que tu piensas...- sonrió ampliamente aunque sin enseñar sus dientes, mirándome fijamente a los ojos y poniendo una mano suya sobre mi muslo para acercarse mas a mi.
