Vi a un chico alto, esbelto y hermoso. Tenía un cabello rizado rubio brillante, unos ojos marrones intenso que intimidaban a mis ojos claros y verdes. Iba vestido con una camisa y unos vaqueros y unos zapatos marrones. No podía parar de admirarlo, este tampoco sabía apartar la mirada de mi, aunque no me podia explicar como había entrado, ya que todas las entradas de aquella cada estaban muy bien cerradas. Pero hay estaba él.. De manera seria, no obstante rompió esa seriedad con una ligera sonrisa. Pero de pronto al mirar a Ben, este en unos minutos desapareció.
- ¿Ocurre algo señor Harmon?- le pregunte yo a este, ya que no me paraba de mirar, miro su reloj para no mostrarse pesado y suspiro pero cogió aire para decirme que no debía contárselo a nadie.
- Sera nuestro secreto. - afirmaba el sólo muy serio, yo pase mi lengua por mis labios secos por la situación, de a verle mostrado mis poderes a aquel hombre.
Paso un cuarto de hora, y se fue. En ese rato, le expliqué la primera vez que averigue que sabía a hacer eso. Ben, se tuvo que marchar, nos miramos una última vez jurando que esto no saldría de nosotros dos.
Me sentía algo extraña, y era por la mirada de aquel chico, parecía como si me hubiera visto de mucho antes, era un claro ejemplo del chico perfecto para mi, pero no podía dejar que mi mente de adolescente me hiciera ver cosas que no pasaban.
Fui a la cocina, me quede unos minutos observándola, bonita y moderna. Mi madre estaba limpiando la encimera, me dedico una amplia sonrisa ya que yo me había comportado como se debía de comportar una señorita como yo.
- ¿Como estuvo la sesión?
- Bien, normal.
- Veo que te has abierto mas a él que otras veces..- eso me lo dijo sin mirarme a los ojos y centrándose en lo que limpiaba, yo negué con la cabeza.
- Le he dicho simplemente lo que sentía.
Ella paro de limpiar.
- ¿Cuando piensas contarme eso que tanto ocultas?
Yo no supe que contestar, ni mucho menos quería contestarle. Me mantuve callada, seria y esperando que mi madre saliera de esa situación.
- No cenare nada..- le dije para que no fuera mas pesada con el tema. Ella suspiro mirando a otro lado y yo me fui rápido.
Entonces me subí lentamente, llegue a mi cuarto, abrí la puerta bostezando. Todavía era temprano para dormir pero yo estaba demasiado cansada, me tumbe en la cama, y cerré los ojos, pero cuando empecé a coger el sueño.
Escuche llantos de bebés muy irritantes como si estuvieran cerca mía, me levante lentamente, y el sonido desapareció como si hubiera sido una imaginación mía. Estaba algo harta de imaginarme cosas, como si estuviera loca, quizás era por aquel poder que tenia pero no me había pasado nunca. Me volví a dormir ya que no me había desvelado de todo.
Me desperté temprano, ya que alguien había llamado al timbre, fui yo la que abrí y mi padre estaba detrás mia. Eran solamente las nueve de la mañana y puse mi mejor sonrisa falsa.
Era una mujer pelirroja pero con el pelo recogido, mayor, con los ojos verdes, tenia muchas arrugas pero se notaba que había sido muy guapa, y me fije que había perdido el ojo izquierdo. Iba vestida con un traje de sirvienta, me fije en mi padre un momento, y este parecía que se había quedado atónito por ver.. Una mujer mayor. Aunque al volver mi cara a la mayor, apareció una joven. Agite mi cabeza, y ella intervino.
- Perdona, pero me gustaría... Trabajar en vuestra casa, ya que los antiguos propietarios no terminaron el contrato.- dijo ella con una sonrisa leve. Yo me mostré distante y no sabia que decir, porque no sabia la razón del por que no.
- ¿Por que no..?
- La mujer murió en el parto- al escuchar eso, la piel se me rizo- su hija se suicido por una sobredosis de pastillas y después de todo ese dolor.. El padre cometió un suicidio.
Abrí los ojos completamente algo asustada y deje de jugar con mi pelo. Baje la cabeza, mi padre en seguida la invito a pasar, parecía que veía una diosa. Aunque al ellos dos pasar para dentro, por detrás la sirvienta parecía incluso mas joven y tenía mas curvas que una señora mayor.
Mi padre antes de cruzar al salón me dijo algo pero ni siquiera le preste atención, me fui con mi madre que estaba fregando con energía y me empezó a hacer preguntas sobre la sirvienta que yo le conteste sin mucha determinación.
- ¿A tu padre le gusta?
- Mama, es una señora de setenta años- solte una carcajada y esta paro de fregar.
- Tu padre la miraba diferente...
Me quede mirándola y ella continuo con su trabajo, deslice los dedos por la encimera, para irme, pero me volvió a parar.
- Madre, sabes que eres muy pesada...- le susurré y ella alzo la mirada a mi.
- Hoy quizás venga Ben con su hija. Es de tu edad así qué ya tendrás una amiga.- me quede mirándola, como si yo fuera una cría a la que debía de buscar amigos.
Yo le respondí con un irónico "¡Vale!" con mucha alegría. Mi hermana correteaba por los pasillos de un sitio para otro.
Yo pasaba las horas muertas en mi cuarto, hasta que alguien toco mi puerta, fui a abrir y era una chica.
Tenía el pelo largo y liso, me impresionaron sus ojos marrones claros muy brillantes y grandes, sus labios eran perfectos como cada rasgo de su cara. Parecía que me había enamorado de ella, pero para nada, solo me había asombrado su belleza.
- Soy Violet... La hija de Ben. Me dijo que viniera a por ti, para bajar abajo.- yo bufé algo agobiada ya que no quería ir pero para no darle una mala impresión le sonreí.
- No hace falta que me mientas, se que no tienes nada de ganas de escuchar a mi padre- ella río y me contagio su sonrisa, pose mi mano en su hombro y sentí una punzada en el corazón, eso me hizo agarrar la parte de la camiseta de mi pecho.
- ¿Que te pasa?- pregunto muy asustada, me ayudo a tumbarme en ka cama.
- No le digas nada a mis padres..- le susurré y sentí como un poco de mareo.
- Mi padre me dijo que te ayudara a toda costa..
Al escuchar eso, me sonó algo extraño, porque le importaba tanto un cliente a su padre. Desde que sabía lo que sabía hacer estaba mas interesado en mi de lo normal.
La mire fijamente y me di cuenta que observaba lo que había escrito en la pizarra.
- ¿Pasa algo?- ella se levantó y lo borró.
Pero al volverse sentar, apareció de nuevo. Ya que parecía como si alguien lo escribiera. Pero no había nadie, aunque al pestañear pude observar al chico de antes terminar de escribirlo.
- ¡Viste eso!- me levante rápidamente, y le lance una mirada a Violet que estaba sentada conmigo.
- Yo no vi nada..- esa chica me transmitía algo muy extraño, pero sentí por un momento que debía de ayudarla para que me dijera toda la verdad, ya que note que ella no era para nada como yo.
Me tumbe de nuevo, y ella suspiro mirando a la pizarra, como algo aburrida de eso. Yo alce una ceja.
- Mi nombre es Katherine..- le dije sonriendo y ella me agarro de la mano para transmitir confianza y esa vez no paso nada.
Violet me empezó a hablar sobre cosas de la casa, ya que ella al parecer ya había vivido allí antes. Me parecía curioso aunque algo inquietante las historias que me contaba, sobre las personas que permanecieron en aquella casa pero murieron. Ella parecía advertirme de algo pero no dejaba muy claro el que.
Aunque sentí como otra vez esa mirada me acechaba, y queria saber mas de esa persona que me miraba.