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Se removió en la cama incomodo, algunos rayos de sol se filtraban entre las cortinas y le daban directo en el rostro. A la vez que volvía a su conciencia un fuerte dolor rodeó su cabeza. Joder, como dolía. Abrió uno de sus ojos, haciendo una mueca de desagrado. Esta rápidamente se transformó en sorpresa al ver a Jimin a su lado durmiendo plácidamente. Del susto por encontrarlo junto a él, Jungkook se fue de espaldas y cayó al piso.

— ¿Qué mierda pasó anoche?

No era de malas palabras, pero realmente necesitaba una explicación. Se levantó lentamente, no entendía nada, ni su repentino dolor de cabeza y menos el estar junto al pelinaranjo en una cama. Se acarició la frente, en un intento de aliviar su dolor mientras camina hacia la cama.

— Jimin. —. Llama al mayor, moviendolo suavemente. — Despierta.

Un leve quejido fue la respuesta que este le dio, removiendose levemente para continuar durmiendo. El pelinegro bufó, su dolor de cabeza no le daba mucha paciencia que digamos.

— Hey. —. Lo movió con mayor fuerza. — ¡Jimin!

El de cabellera anaranjada despertó de un salto. Se quejó a los pocos segundos, tocándose la frente. Sí, ambos tenían el mismo problema.

— Dios, mi cabeza... —. Se quejó el mayor.

— ¿Qué pasó ayer? ¿Recuerdas algo?


Jimin lo miró e hizo un poco de memoria, ya que el dolor en su cabeza no le permitía mucho más. Recordó que habían bebido y jugado a las mímicas, nada más que eso. Le dijo aquello a JungKook, pero este le respondió que no recordaba nada. De seguro era porque no se había emborrachado antes.

Ambos bajaron al primer piso, encontrándose con la casa hecha un desastre. La música aún podía escucharse y JungKook decidió apagarla, le dolía demasiado la cabeza. Los cinco chicos seguían durmiendo cómodamente en el sofá.

— ¡Hey, despierten! —. Gritó Kook a sus amigos, pero recibió respuesta alguna. Siguió gritando, inclusive llegando a saltar pero nada. — ¿En serio? ¡Despierten de una buena vez!

Jimin bufó, no estaba de humor esperando media hora para que todos despertaran. Se acercó a la primera pareja, HoSeok y TaeHyung. Comenzó a removerlos con suma fuerza, gritando para que se despertaran.

— ¡Ahhh! —. Tae se sujetó del cuello del mayor para no caer, estando en el borde del sofá. Mientras, Hoseok se quejaba del dolor de cabeza. — ¡Mierda, mierda, mierda!

Ahora siguió la siguiente pareja. El pelinaranjo golpeó continuamente los muslos de ambos, moviéndose también. Estos se despertaron con menos sorpresa, pero lanzando un quejido por la maldita resaca.

YoonGi, mierda. Ese ser en la otra orilla del sofá tiene como espíritu animal a un perezoso. Además que es un maldito enojón cuando lo despiertan. Jimin le hizo una señal a HoSeok, el cual tuvo que separarse del agarre de TaeHyung para levantarse. Ambos comenzaron a mover al chico de cabello color menta, sin un resultado satisfactorio. Le gritaron, zarandearon a todos lados y sólo recibieron un insulto como respuesta.

— Nam, necesitamos artillería pesada. —. Dijo Jimin a su amigo, esperando por ayuda. El más alto se levantó y se ubicó a su lado. — Ya saben que hacer.

Se había desatado un zoológico en la sala de la casa de HoSeok. Los tres imitaban diversos sonidos de animales mientras levantaban YoonGi para luego bajarlo, moviéndolo por todo el sofá. El plan infalible dio resultado, aunque cada uno se ganó un buen golpe por parte del peliverde.

JungKook dejó caer pesadamente su cabeza la mesa, tratando así alivianar el fuerte dolor en su cabeza. Estúpida resaca, nunca más volvería a beber. Levantó levemente la mirada cuando alguien le tocó el hombro y sonrió levemente al ver que Jimin se ofrecía un vaso con agua y una aspirina para su jaqueca.

— Gracias. —. Susurró, llevándose la aspirina a la boca para tragarla con ayuda del agua. — Por favor, si volvemos a ir juntos a una fiesta apenas me vean con una cerveza la tiran por la ventana.

— Yo también, por favor. —. Se quejó TaeTae, recostando su cabeza en el hombro de Hobi. Se habían vuelto más cercanos en tan sólo una noche.

Luego de que estar en mejor estado fueron a limpiar la casa, puesto a que los padres de Hoseok llegarán pronto. ¿Quién diría que limpiar fuese tan divertido? Para JungKook así fue, no dejaba de reírse al ver a HoSeok hacer alguna tontería, seguido de TaeHyung y Jimin. Terminaron pronto y era tiempo de ir a casa, por lo se despidieron del dueño de casa y todos se subieron a la camioneta de Namjoon.

La siguiente semana todo fue normal. Antes y después de clases una nota de su admirador secreto esperaba dentro de su casillero. Olió aquellos papeles, aquel aroma le resultaba tan conocido. La letra también, pero su mente estaba nublada con respecto a eso. Suspiró, ya se resignó a quedar resignado con todo este tema. Sólo esperaba que su admirador se atreviera a mostrarse. Pero algo que siempre le subía el ánimo es estar con sus amigos y caminar con Jimin después de clases.

— Oye, JungKook. —. Le llamó el pelinaranjo, sentando en uno de los columpios. El pelinegro estaba en otro, columpiándose tranquilamente. Algo que aprendió Jimin sobre JungKook es que tiene un alma de niño.

— Dime, Jiminnie. —. Le respondió tiernamente, riendo luego. Sabía que odiaba que le dijeran así. Cortesía de Namjoon.

— ¿Te gusta alguien?

Vio como el menor seguía columpiándose, mirando al cielo mientras pensaba. Luego lo miró, sonriendo levemente.

— No lo sé. —. Respondió simplemente, Jimin alzó una ceja. "¿No lo sé?" ¿Qué diablos quería decir con eso.

— Podrías ser más explícito. —. JungKook rio al ver la cara de desconcierto del mayor, le encanta tomarle el pelo.

— De acuerdo, tranquilo. —. Vio que el pelinegro dejó de columpiarse, mirándolo. — No sé si podría decirse que me gusta, pero me llama la atención.

Aquellas palabras dejaron vacío a Jimin. ¿JungKook se había fijado en alguien? Dios, no. Todo era demasiado bueno para ser verdad y esto fue su cable a tierra. Lo único bueno en esto, que no le atrae oficialmente, así que aún tenía oportunidad.

— ¿Cómo se llama? —. Vio que JungKook lo miró con sorpresa, de seguro por el tono en que lo dijo. — ¡Lo digo porque me da curiosidad! Q-que conste...

— Bueno, nuestra "relación" es un poco complicada. —. Respondió el menor, columpiándose de nuevo pero esta vez con mayor impulso. — Ni siquiera sé su nombre.

Sí, todo se fue a la mierda. Obviamente no era él, sino le habría dado otra respuesta. Quería matar a quien osara atraer la atención de su querido JungKookie, ha luchado meses por llamar su atención y que por fin le habla llega otro y arruina todo.

Se fueron del parque a los pocos minutos y siguieron caminando, hablando de otro tema. Luego llegó el momento de separarse.

— Hasta mañana, JungKook. —. Le revolvió el cabello a su pelinegro favorito.

— Hasta mañana... —. JungKook tan sólo río para luego alejarse. — ... Hyung.

Jimin se quedó quieto. Todo los recuerdos de la fiesta vinieron a su mente con esas palabras. Balbuceó de la impresión, volteando lentamente para observar cómo el menor se alejaba. Lo había besado, besó a JungKook. ¡Mierda, mierda, mierda!

Tu Admirador Secreto ; JiKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora