Capitulo IX

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Miedo. Sufrimiento. Muerte. Crystal. Es lo único en lo que puedo pensar ahora. Ella no se merecía esto. Ni si quiera nuestras burlas.

De repente, se acerca la señora Drake y me levanta del suelo llorando.

No me había dado cuenta de que había caído de rodillas al escuchar la tragedia. Tampoco sabía que yo también estaba llorando. La madre de Crystal se apoya en mi y yo en ella. A los ojos de los policías parecerá que somos familia. Sin embargo nos acabamos de conocer.

Cuando nos recuperamos un poco la propietaria de la casa pide a los policías que entren para que le diesen un informe detallado.
¿Asesinato? ¿Suicidio?

- Señora Drake -digo haciendo que me preste atención- muchas gracias por haberme atendido y haber sido sincera conmigo. Se lo agradezco. Y me voy, no me gustaría interrumpirla- le muestro una sonrisa cálida pero triste. De compasión.

Durante todo el viaje (que son varias calles) no paró de pensar en todas las cosas extrañas que me han sucedido con Crystal y sin ella. Y no se porqué pero, algo me dice que eso que le pasa a ella, bueno, más bien que le pasaba, está relacionado con su muerte.

Sin embargo, a pesar de que ya no la voy a poder ver más, mis sentimientos se dirigen hacia el lado contrario; ella sigue presente.

Entonces, me paro en seco y miro hacia atrás, pero no hay nada ni nadie. Había jurado escuchar pasos.

Intento seguir el resto del camino tranquila, aunque un sensación extraña me invade. Me vuelvo a parar y antes de que pueda girar la cabeza una mano que apenas puedo sentir, se coloca en mi hombro y me gira rápidamente.

-ayúdame- dice una voz muerta.

Yo grito con el corazón a mil, me aparto Y salgo corriendo, entonces vuelvo la vista hacia atrás y veo como dejo atrás a una silueta apenas visible. Crystal.

Todo lo que me quedaba de camino, lo paso corriendo. Y al llegar a mi casa me desplomo en el sofá. No hay nadie en casa, mis padres están en un viaje de negocios y mi hermano mayor tenía una fiesta en la fraternidad.

¿Por qué me pasa esto? ¿Por qué ella sigue aquí? Entonces, me planteo la pregunta del millón, ¿Cómo es que Crystal ha muerto?

Decido no darle más vueltas al asunto y cenar. Me preparo la comida que mi madre me había dejado antes de irse y me la tomo tranquilamente, luego me ducho y me acuesto. Hoy voy a tener una noche muy larga.

Sin embargo, nada más apagar las luces me duermo.

-¿Crystal? ¿Crystal donde estas?- la voz de un niño inunda mi mente, clara y tranquila. Luego aparece él. Rubio, ojos azules, fuerte y sonriente. El chico está en un bosque jugando al escondite con su hermana. La está buscando.

-¿Crys?- vuelve preguntar. Sigue caminando cautelosamente y dándose la vuelta a veces.

Entonces, de entre las sombras surge la voz de una niña, algo más pequeña que él.

-¡Elliot! -grita y luego ríe

Su hermano vuelve a pasar por donde creía que ella no estaba y cuando la encuentra la coge en volandas y la sorprende.

-¡bajame Elliot!- dice riéndose

El mayor la deja en el suelo y la abraza.

-¿siempre juntos Crystal?

-siempre juntos Elliot

Me incorporo de un golpe. ¿Qué ha sido eso? Hermanos. ¿Crystal tenía un hermano?

Me llevo las manos a la cabeza y me quedo un rato así intentando tranquilizarme. Sólo se escucha mi respiración agitada.

Miro hacia delante, la habitación está completamente a oscuras excepto en algunas partes, entonces, contemplo sin saber muy bien porque el rincón más oscuro de mi habitación.

-¿qué demonios...?- mi voz se apaga conforme voy escuchando como crece otra voz. Débil y pequeña. Como la de mi sueño.

Son risas y con ella una dulce melodía comienza a sonar. Yo sólo puedo quedarme petrificada en mi sitio. Ni si quiera puedo apartar la mirada.
La música es triste y melancólica, así como la voz de la niña.
Intento enfocar más la vista y veo gracias a un rayo de luz que asomaba por la oscuridad, una mano muy pequeña moviéndose tranquilamente. Como sí estuviera bailando.

Bailando en la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora