Yo antes de ti~ Final alternativo

Final alternativo (3ª parte)

13 agosto.

5:30 de la tarde.

El viento acariciaba suavemente el hospital de Storfold. El ambiente era tranquilo, tal vez un poco lúgubre. Para ser verano, no hacía demasiado calor. En esta época del año, casi todos los habitantes del pueblo disfrutaban de unas vacaciones a cientos de kilómetros de allí.
Los jardines del hospital, completamente descuidados, hacían que el paso de una silla de ruedas tuviese bastantes dificultades.

La habitación 311 era la más silenciosa de todas. Las cortinas se mecían suavemente, dando paso a una bonita vista de gran parte del pueblo.
Katrina estaba sentada en la cama, dejando que pasase el tiempo.

Alguien llamó a la puerta y se mordió el labio, angustiada.

Los  Traynor  y Nathan esperaban en el otro lado.
Katrina los miró fijamente, sin saber qué decir.
La tensión se podía cortar con un cuchillo.

La chica bajó la mirada hasta Will. Parecía estar mucho peor que ella. Su rostro, completamente descompuesto, albergaba un dolor incurable.
Estaba muy pálido, y temblaba.

-Will- dijo Treen inexpresiva- Pasa tú primero.

Nadie dijo nada, y la chica lo acompañó a la habitación de su hermana. Will, confuso, miró de un lado a otro, pues no había nadie. La cama estaba perfectamente echa, y no había rastro de Lou en ningún sitio.

-Está en el tanatorio.- aclaró Treen, aguantando las lágrimas.

Se acercó a su bolso y saco de él un sobre rosa.
Miró a Will unos segundos, comprendiendo que él no lo podía abrir.

-Lo dejó para ti.- susurró dejando la carta en el reposabrazos de su silla.
Unos segundos más tarde, salió de la habitación, dejándolo completamente sólo.
Indeciso, Will empezó a leer la carta. A medida que la leía, un sentimiento de culpabilidad se hacía más y más grande.
Nadie esperaría ver a Will Traynor llorando por una carta.
Ese 13 de agosto se dio el caso.

Querido Will:

No se me da bien escribir. Si apenas puedo preparar un té en condiciones, como tú dices.
A ver cómo empiezo. Intentaré ser lo menos brusca posible.

Ojalá todo hubiese sido distinto.
Ojalá estuviese yo en esa silla y no tú.
Sé lo que estás pensando. Que no tengo ni idea, que es mucho peor de lo que aparenta. ¿Sabes qué, Will? Llevo contigo medio año. Y he estado informándome y documentándome.

No sé como explicártelo. Sigues dejando que esa estúpida silla te defina. Hay gente peor que tú, y siguen adelante.
Mi teoría en sí no tiene mucho sentido, pues según esta, si hay alguien que lo esté pasando peor que tú, no puedes sufrir. Entonces, si hay alguien más feliz que tú, tampoco puedes ser feliz.
Me contradigo a mí misma.