Capítulo 25

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Le han dado el alta a Ana, se quedará a descansar en su casa una semana. Así que decido ir a verla. Me recibe su madre y voy directamente a la habitación donde Ana esta acostada mirando al techo.
― ¿Cómo estás?― Le pregunto suavemente.

―Bien. 

― ¿Quieres hablar de lo que pasó? 

― No. Miguel es mejor que dejemos de vernos―. Me quedo mirándola conmocionado. 

―No te voy a dejar sola en estos momentos. Ana puedes confiar en mi.   

―Vete Miguel es por tu bien.

Me lo dice volviendo la cabeza hacia la ventana. La veo tan cansada que giro sobre mis talones y me dirijo a la salida. Pero antes le hago una pregunta que he estado haciéndome, y de la cual no le encuentro sentido.

Una última cosa, ¿por qué estabas pidiendo ese deseo el día que te encontré? No lo entiendo.

—Es para que puedan descansar en paz y me perdonen. Y para que no vuelva a ocurrir... aunque sé que lo hará—. Responde en voz baja, casi susurrando y como si no me estuviera respondiendo a mi; parece que estuviera hablando sola.

—¿Qué? No entiendo nada, ¿qué quieres decir? ¿De qué estás hablando?— Le pregunto de todos modos.

No me contesta. Así que la dejo sola en su habitación con más preguntas que antes, pero llegare al fondo de esto. No dejaré que Ana se apague.


EL Deseo ✔︎ (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora