Capitulo 7

5 1 1
                                    

Después de unos minutos, o eso creí. Tocaron la puerta, por lo cual decidi ignorar el hecho de que estaban interrumpiendo mi sueño, pero los golpes en la puerta seguian. Cerré los ojos para seguir durmiendo tranquilamente, pero era imposible con tanto ruido.

- ¡¡¡Shadia!!!, ¡¡¡despierta!!!, ¡¡¡vas a salir a vender!!!.

Maldiciendo en voz baja a la persona que se encontraba detrás de esa puerta, salí del enredo de cobijas en el que estaba y fui a la puerta. La abrí de un tirón y me encontré cara a cara con Micail.

- ¿Que quieres?. Le dije enojada y somnolienta. No quería ni imaginar el aspecto matutino que tengo en este preciso momento, de seguro parezco un ogro gruñon asesino. Micail esboza una sonrisa burlona al verme con mi pijama favorito y con el pelo hecho un desastre.

- Buenos días querida hermana, ¿como dormiste ?, ¿amanesciste bien?. Su sonrisa arrogante crecía cada vez más mi enojo.

- Vete de aqui ahora, y por lo de la salida, mejor voy otro dia.

- ¿Acaso estas en tus días?. Dijo susurrando. Al menos sabe que cuando estoy en mis días , nadie tiene que provocarme sino quiere morir a temprana edad.

- Punto uno: ¿ Qué te importa?, punto dos: No estoy en mis días, punto tres: ¿acaso quieres morir? y punto cuatro: No es necesario que esté en mis dias para matarte.

- Si me importa, creí que estabas en tus días por tu forma de hablar tan temprano, no quiero morir y no dudo que seas incapaz de matarme. Me responde enumerando cada una de las respuestas.

- Niño inteligente. Dije sonriendo. A veces me sorprendo lo bipolar que puedo llegar a ser. - Lastima que tengas que irte ahora mismo, ya que voy a cerrar esta puerta en 5 segundos más.

- Shadia...

- Uno... Dije empezando a sonreír.

- ¿Podrías escucharme?. Su cara ahora dejaban ver su enojo y su fastidio por tener que lidiar conmigo, cuando se enoja dan ganas de apretarle los cachetes hasta dejarlos rojos.

-  Dos...

- Por ahlá, ¿por que Samara tuvo que enviarme a despertarte?. No volveré a hacerlo nunca más en mi vida. Dijo mirando al cielo en un vago gesto teatral.

- Tres...

- Shadia, solo te pido que...

Lo corte inmediatamente, impidiéndole seguir con su frase.

- Cuatro...

-... Te cambies, debes prepararte para salir.

- Cinco!!!!. Grite triunfalmente, tome la puerta y la cerré en la cara de Micail. Sonreí feliz de tener al fin un poco de tranquilidad pero Micail decidió no darse por vencido y empezó a gritar que tenia que prepararme para la salida, revisar mis cosas, bla bla bla.

Como ya estoy completamente despierta y dudo que vuelva a poder dormir nuevamente, decidí seleccionar mi ropa para la venta, tome mi ropa al azar, procurando que combinara y que se viera linda, no quiero parecer una loca con ropa multicolor que intenta vender sus cosas desesperadamente para ganar las libras sirias suficientes para comer y dormir en un lugar cómodo. Definitivamente no quiero parecer ese tipo de personas.
Seleccione mi ropa y me fui al baño para ducharme y cambiarme  sin apuro alguno, después peine mi largo cabello, ( llega casi hasta la cintura), me limpie los dientes y salí hasta mi habitación.

Recogí las bolsas que contenían la ropa y las cosas, revisando que ninguma este rota porque sino se pueden caer todas las cosas en la calle, eso seria un momento incomodo y vergonzoso.

Deseada LibertadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora