Cinco

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Pasaba el descanso recostada en un árbol que se hallaba en nuestro verde y lleno de césped , muy querido patio. Había pasado una semana desde mi conversación con Janet. Todos habíamos recibido las invitaciones aquel día, aún era difícil borrar los rostros extrañados de algunas invitadas y los asentimientos de cabeza acompañados por una sonrisa por parte de los chicos de mi mente al leer esa nota escrita manualmente en la parte inferior de la elaborada invitación:


La asistencia es elegante, o Sport elegante, o como sea, me da igual.
Sólo recuerda: zapatos prohibidos, zapatillas permitidas :)


Efectivamente, Janet había escrito esa nota en las casi 200 invitaciones que había entregado. A mano.


Demonios , eso debió haber dolido.


Me encontraba lejos de mis amigos en ese periodo porque me gustaba pasar tiempo sola, pensando, soñando y riendo en una conversación mental conmigo misma. Ellos lo sabían y por ende no se preocupaban cuando sonaba el timbre de clases y era de las primeras en salir . Ya era una costumbre mía salir sola cuando pasaría mi tiempo -valga la redundancia - a solas y ellos naturalmente me entendían.

Las cosas pasaban tranquilamente, aunque el tema de Daniel rondaba mucho mi cabeza, su comportamiento se me hacía extraño. Un tanto misterioso, tal vez. Aquel chico tenía algo raro.


-No sabía que te gustaba hacer muecas- levanté la mirada al oír una voz masculina cerca mío.


Hablando del rey de Roma


-Hola. Sí , me encanta . ¿Tienes algún inconveniente?- lo reté mirándolo de frente

Esbozó una sonrisa de lado y me miró a los ojos

-De hecho, sí- dijo y un temblor me recorrió al sentir que no apartaba la mirada.


Enarqué una ceja y me puse de pie, sosteniendo mi cuaderno de notas que hace minutos había dejado a un lado.


-¿Y cual es?- cuestioné alzando la cabeza

-No te portas como deberías. Ese es mi inconveniente Rany.

-¿Perdón?- sentí como me ponía roja del enojo- ¿Y tú quién te crees para decirme cómo debo portarme?- empujé su torso con mi dedo índice-. Creo- dije, tratando de calmarme -que tú no tienes por qué entrometerte en mi vida cuando no sabes nada de mí.

David aguantaba una sonrisa con los labios. Me vió directamente a los ojos acercándose a menos de 10 centímetros .

-Tienes mucho potencial, ¿lo sabías?. Sólo debes ser más espontánea y dejarte fluir. Aprende a ser como los demás.


¿Y a este que mosca le picó?


-¿Qué?- dije con un tono de incredulidad- ¿De qué demonios hablas?

-De como puedes dejar de ser invisible -dijo rompiendo 5 centímetros de espacio entre los dos.

-¿Así que esto se trata de popularidad? ¿De seguir al resto? ¿Por qué debería hacer eso?

-Porque desde hoy , yo seré tu guía en la secundaria- pude sentir su respiración sobre mi nariz.  La distancia se había acortado demasiado entre nosotros.

Lo miré desafiante a los ojos por algunos segundos hasta que oí una conocida voz.

-¿Rainy?


Voltee rápidamente y vi a mi mejor amiga con los ojos abiertos, a menos de dos metros de distancia. Instintivamente me alejé de Daniel y me acerqué hacia ella.


-¿Qué pasa?- pregunté frunciendo el ceño- Estoy tomando mi tiempo libre.

-Creo que debería preguntarte eso a ti, pequeña mentirosa.-respondió mirándome seria- ¿tu tiempo libre no era para meditar? . Creí que tomarías tu distancia con él. Ya hablamos de eso, él no te conviene.

-Pero, demonios, -solté frunciendo el ceño - él se me acercó. Sólo estaba dejando en claro mi punto por una tontería que dijo.

-¿A menos de 5 cm de distancia entre sus bocas? Vaya, claro que si- insinuó mirándome fijamente.

A veces odiaba que mi mejor amiga se portara como mi madre.

-No soy tan tonta como para dejar que un idiota me bese, y lo sabes- dije cruzándome de brazos

-No eres tonta Rainy. Pero eres muy bonita y muy poco sensata. Ese chico no te conviene, sé de lo que hablo - alegó mirando mis ojos color miel y alejándose de la escena.

¿Que demonios había sido eso?. Toqué mi cabeza con ambas manos mientras discutía mentalmente conmigo misma hasta que sentí una mano en mi hombro.

-Vaya, las mejores amigas son territoriales,¿ eh?- un deje de burla se notó en su voz.

-A veces algo . Aunque no te incumbe- dije sin voltearme, retirando su mano de mi hombro.

Daniel soltó una risa pequeña.

-Pues,si seremos amigos , te aseguro que sí -me dio un pequeño abrazo por la espalda que me electrizó por completo y se fue como si nada .


Algo me decía que esto no iría bien.



Algo complicado©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora