5: Una cita para el baile

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LLOYD'S POV

Nuestra primera clase oficial de Creación Creativa no estuvo nada mal, el profesor seguía sin decirnos su nombre, todo lo que hacíamos consistía en ensuciarnos las manos moldeando barro (así hacíamos los primeros modelos de nuestras armas) y en no aburrirnos. Todo iba bien, hasta que a Jay se le ocurrió modificar el increíble diseño que había creado usando un cuchillo de cocina; nunca se fijó que su dedo estaba bajo en el filo del cuchillo, y tuvo que irse a la enfermería antes de terminar la clase.

Tuve que conformarme con llevar cargando su mochila, soportando las dos nuevas clases que se nos venían encima: Medicina y Lucha.

El salón de Medicina parecía mas bien un pequeño laboratorio blanco, en el que cada mesa estaba más alta que las de los demás salones y tenía diferentes mangueras de las cuales no puse atención a la explicación de la profesora. Al entrar en la clase de Lucha, tuve la leve esperanza de que no fuera tan fastidiosa como la anterior, ya que no había forma de que aquí hubiera teoría. El salón era parecido al de Manejo de Armas, sólo que colorido, el maestro debía ser la persona más intimidamente que hubiera conocido, pero también la más molesta: me hizo correr al rededor del salón cincuenta veces sólo porque traía cargando dos mochilas. Otra pésima clase, y sólo porque Jay había tenido la ocurrencia de cortarse el dedo.

Al sonar el timbre, lo encontré en el comedor (en la misma mesa de siempre) llevándose a la boca una deliciosa cucharada de sopa de zanahoria. La felicidad se le notaba en la cara.

Me senté frente a él, no sin antes arrojarle su mochila (la cual casi derrama majestuosamente la sopa) y echarle un vistazo a su mano derecha. Sólo el dedo índice tenía una venda blanca envolviéndolo, y me entró furia al pensar en las dos clases que se saltó sólo por eso.

-¡¿Esa era tu gran cortada?!- pregunté molesto -Dime que al menos te cocieron.

-No, no fue tan profunda -se disculpó Jay -pero la enfermera me dijo que no fuera a clase de Medicina, ya que la maestra suele poner a los heridos en algunos de sus ejemplos. Le tuve que hacer caso, no quería exponerme ante el grupo más de lo que estoy, ¿sabes?

-¿Y qué me dices de Lucha?

-¡Ohhhh! Sí...Lucha.- Jay trató de volver a su comida -Verás, la enfermera lo consideró peligroso...ya sabes, por mi cortada. Podría volver a abrirse y sangrar.

Traté de molestarme más, pero se me era imposible. Terminé relajandome y fui por mi propia sopa de zanahoria, al volver, Zane ya estaba en la mesa también saboreando su sopa.

-¿Te gustó Medicina?- preguntó Zane apenas me senté.

-Fue lo peor- dije, pero en un tono extrañamente animado.

-¡Lloyd! Zane y yo estábamos hablando sobre nuestras citas para el baile- dijo Jay haciendo a un lado su sopa.

Se me revolvió el estómago: el baile era mañana, y aún no había pensado en la forma en la que le pediría a Stephanie que fuera mi pareja.

-¿Ustedes ya tienen pareja?- pregunté.

-No. Pero estoy convenciendo a Zane de que lo intente con la chica que le gusta.

-A-a mí no me gusta.- declaró Zane sonrojándose.

-Deja de mentirnos, sabes que te trabas y te pones rojo como ése chico del cabello raro de ayer.

Miré nervioso hacia todos lados, temiendo que la mención que había hecho Jay fuera a atraer al Cabeza de Puerco Espín preparado para darme la paliza que Saunders evitó ayer. Sorprendentemente, no vi rastro del chico en toda la cafetería, parecía que ni siquiera estaba ahí.

Ninjago: Choque de guerra [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora