Stay

CAPÍTULO 12: ¿Ayuda?

26 de Enero

06:13 am. *En Francia*

Anoche me había quedado leyendo y me había quedado dormida cuando ya eran tipo tres de la mañana, si lo sé, soy una lectora maniática, pero es inevitable dejar mi lectura de Los Juegos Del Hambre, o bueno, para mi lo está siendo.

Ay no, esperen, ¿Que hora es?
Mierda mierda mierda, hoy es mi primer día de clases y ya voy retrasada, se supone que en mas o menos en veinte minutos o un poco más debería estar saliendo, porque ahora no tengo auto y tengo que irme caminando y el colegio está a veinte minutos de casa.

06:25 am.

Ya había tomado una ducha, mientras me desenredo el cabello me quedo frente al armario tratando de escojer que ponerme porque este colegio no es como el otro que te obligaban a llevar un horrendo uniforme, no, este colegio te deja ir como quieras, hasta si deseas ir desnuda te dejan pero es problema tuyo si te violan.

06:40 am.

Ya estaba a medio vestir, no encontraba mi otra media tobillera en medio del gran desorden que había en mi habitación, así que tuve que cojer una media verde que había en mi cama, así tuviera que irme con una media negra y la otra verde. Me puse mi blusa azul, mi pantalón blanco y mis tenis azules, ah si, y una media negra y otra verde, me puse mi choker y bajé directo a la cocina.

Mamá estaba en el comedor disfrutando de una provocativa ensalada de frutas

—Cariño ¿Deseas que te prepare algo de comer?

—No mamá, voy mal de tiempo, ¿Sabes donde está mi celular?

—Creo que está sobre el refrigerador

Cojo mi celular y noto que tiene 8% de batería, subo de nuevo a mi habitación corriendo por las escaleras de dos en dos escalones para buscar mi cargador por si lo llego a necesitar, mierda, lo encuentro y está dañado

—¡Mamá! ¡¿Me prestas tu cargador?!—le grito a mamá desde arriba ya que ella tiene dos cargadores

—¡Si lo dañas quemo tus preciosos Juegos Del Hambre!—oh si, mamá si que sabía como hacer que le obedeciera porque ella sabía que yo sabía que ella era capaz de hacerlo

—Como tu digas—digo cuando vuelvo a bajar las escaleras—¿Me das dinero?

—Claro

—Y... ¿En donde está?

—En mi habitación—Agh, putas escaleras que me retrasan

Subo al cuarto de mamá y busco y busco hasta que por fin lo encuentro, voy a mi habitación para asegurarme de que lo llevo todo en mi mochila, celular, dinero, cargador, auriculares, llaves, mi libro de Los Juegos Del Hambre: En llamas, digo, solo para estar segura si hay algun momento en el que no tengo nada que hacer, un esfero y un cuaderno en el que anotar aunque se que no vamos a copiar casi nada, siempre me pasa en el primer día de clases, y vuelvo a bajar las escaleras.

—¿Algo que decir mamá?

—Si

—¿Que?

—Que deberías apurarte porque vas a llegar tarde

—¿Algo más?

—¡Y que la suerte esté siempre, siempre de vuestra parte!—dice imitando la voz de Effie Trinket y yo dejo escapar una pequeña sonrisa