Sanji no podía creer lo que estaba pasando en aquel mirador, tenia a Zoro tan cerca, el roce de sus labios había sido tan provocador, se habría lanzado a su boca en aquel mismo instante, sin embargo él también quería provocar a ese estúpido y sensual marimo.
Sanji empleó su fuerza para escapar del peliverde, giró sobre su cuerpo y lo dejó atrapado contra el mástil, al igual que esté había hecho con él.
Acercó los sus labios a los del marino y con suma sensualidad pronunció:
-Bueno, siempre puedo encontrar otras cosas a las que engancharme.
Acto seguido, Sanji quitó el pañuelo que llevaba el espadachín, cogió sus brazos posicionándolos sobre su cabeza y ató sus muñecas, sujetándolas aún, besó apasionadamente al marino.
Zoro le siguió el beso, nunca había besado a nadie, pero ese beso le marcó, el cocinero tenía experiencia y él lo notaba, esperaba poder aprender de él durante mucho tiempo.
Mientras se besaban, el rubio acariciaba suavemente el pecho del peliverde, le volvía loco, tenía una piel tan tersa y suave, un abdomen tan marcado. Bajó su mano un poco más y despojó a Zoro de su fajín, acto seguido se dispuso a desabrochar sus pantalones. Notó la dureza de su miembro, ante esto no pudo evitar dejar escapar una sonrisilla, parecía que el espadachín estaba bien dotado, se lo iba a pasar bien.
Sanji dejó de besar los labios de Zoro para descender con su lengua por aquellos abdominales que tanto había soñado lamer, el cuerpo de Zoro lo hechizaba. Sanji desnudó de cintura para abajo al peliverde, y sin dudarlo empezó a jugar lentamente con su miembro, estaba tan delicioso, lo acariciaba con su lengua, Zoro no podía evitar contraerse y soltar algún gemido apagado, se estaba conteniendo, seguramente le daría vergüenza.
A pesar de que el rubio ya no se encontraba agarrando sus manos, Zoro continuó en la posición que Sanji le había dejado, no podía describir lo que sentía, realmente le estaba gustando, dejaba escapar algún gemido que otro y cada vez que lo hacía, el cocinero se introducía más al fondo su miembro.
El cocinero dejó lo que estaba haciendo, y desató las muñecas del espadachín, cuando este quedó liberado se lanzó a Sanji besándolo apasionadamente, las sensaciones que sentía mientras se besaban eran indescriptibles, se sentía bien, se sentía vivo, su cuerpo se estremecía a cada beso, su corazón latía a un ritmo exagerado.
-Ven, desnudame- pronunció Sanji en medio del beso.
Zoro se rindió ante la petición de este, comenzó desabrochándole la camisa, lo hizo lentamente, arrojó la camisa al suelo cuando se deshizo de todos los botones, continuó con los pantalones y con los calzoncillos, también pudo observar la erección del rubio, no tenía nada que envidiar a la suya.
Una vez desnudo, Zoro tiró a Sanji al suelo del mirador, se posiciono encima, cogió su cara con ambas manos y volvió a besarlo, no podía parar de hacerlo, cada vez que se encontraba cara a cara con él, cada vez que esos ojos azules le miraban con esa intensidad, le era imposible resistirse, no quería que aquella noche acabara nunca.
Estaba claro lo que pretendían hacer en aquél lugar los dos, ambos se rindieron el uno al otro.
Las embestidas de Sanji eran sumamente lentas y cuidadosas, no quería hacer daño al espadachín, sin embargo, este disfrutaba cada una de ellas como si fuese la última, jamás había experimentado semejante placer, a pesar que se lo estuviese dando su camarada, quizás eso era lo que le hacía excitarse con tanta facilidad.
Sanji tampoco se quedaba atrás, sentía tanto placer que creía que enloquecía, sabía que no iba a poder pasar mucho tiempo sin volver a experimentar tal sensación, aquello no se quedaría en un polvo de una sola noche, de eso podía estar completamente seguro.
Los gemidos del peliverde cada vez eran más frecuentes, mas intensos, y las contracciones de su cuerpo cada vez más pronunciadas, en nada iba a explotar; al notar eso, el cocinero agarró el miembro de Zoro y lo empezó a mover hacia arriba y hacia abajo, el espadachín soltó un gemido mucho más notorio que los anteriores, había dado en el clavo, su cara de placer lo decía todo; pocos segundos después ambos cayeron rendidos en el suelo tras exhalar su último aliento de placer.
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Y hasta aquí el capítulo de hoy, muchas gracias por leer mi historia ^^.
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Entre La Espada Y La Pared (SanZo)TERMINADA
FanfictionZoro y Sanji como de costumbre se encuentran todo el dia pelendo, sin embargo, en su última discusión algo cambia en la forma de verse mutuamente, ¿qué está ocurriendo entre ellos?